Mi mamá viajó a Paraguay el 17 de enero y volvió a mi ciudad natal (Huinca Renancó) el domingo 26 de enero. Durante el viaje no se sentía bien. Cuando llegó a mi casa se recostó y más tarde comenzó a levantar fiebre así que decidimos ir al Hospital Provincial Dr. René Favaloro a informar lo obvio: que venía de una zona donde el Dengue es endémico y que tenía síntomas compatibles con esa enfermedad.
La respuesta del médico fue: "No es Dengue, tiene placas en la garganta" y la mandó de nuevo a casa sin activar ningún protocolo. Primer grave error.
Como no mejoraba, el martes decidimos que viajara a Realicó (un pueblo a 27 kilómetros de Huinca Renancó) para tener otra respuesta, precisamente a la Clínica Santa Teresita que tras un primer análisis descartó que el eventual virus hubiera desencadenado la versión hemorrágica del Dengue. Allí, la enviaron nuevamente a casa con la siguiente recomendación: usar repelente. El jueves, durante otro control le indicaron repetir los análisis en una entidad pública.
Luego de un par de días, algunos síntomas -como la fiebre- fueron desapareciendo pero la sensación de falta de energía persistía. Ergo mi mamá decidió (el martes 4 de febrero) hacer una nueva consulta, en este caso con su médico de confianza (quien previamente se encontraba de vacaciones).
Su doctor fue el primero en activar el protocolo del Ministerio de Salud. Hoy, después de 15 días nos confirmaron que el diagnóstico dio positivo.
Junto con la confirmación llegó a Huinca Renancó personal del gobierno provincial para fumigar la vivienda y los alrededores.
Más vale tarde que nunca, ¿no?
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