Mano a mano con Ramón Mestre: “A mi generación le toca dejar de lado la demagogia”

Como primera medida, nosotros nos propusimos recuperar el municipio, que es la principal herramienta que tiene la ciudad para dar respuestas. Venimos trabajando en ello, capacitando recursos humanos, renovando equipamiento, mejorando la infraestructura que encontramos. Debemos recuperar un municipio fuerte que esté a la altura de las circunstancias para poder resolver los problemas.

- En materia de inversión social, ¿qué prioridades tiene su gestión y contemplando la visión de Córdoba 2020?
Para nosotros, la educación es central, invertimos 25% del presupuesto, porque a diferencia de otros municipios nosotros atendemos servicio educacional. Después de que Ramón Mestre instaló las escuelas municipales y Rubén Martí las continuó, no hubo la inversión necesaria para sostener y mejorar la infraestructura escolar, ni actualizaciones de currículas y demás acciones que se necesitan para profundizar las transformaciones que se deben generar desde la educación. Nosotros hemos incorporado inglés, estamos mejorando la infraestructura, estamos trabajando para que Internet llegue a todas las escuelas. La visión está plasmada en el proyecto Ciudad Educadora y, de cara al futuro, estamos conscientes de que debemos profundizarlo. Lo tenemos que hacer porque es desde la educación, desde la salud y desde la prevención como vamos a poder enfrentar un flagelo tan grave como es la droga. Sobre esto hay una gran ausencia de políticas, tanto en el orden nacional (que tienen recursos pero no lo hacen) como en el provincial. Sobre estos temas tan sensibles, el Estado debe tener una visión y no puede estar ausente.

- Hay un tema igualmente sensible para el conjunto de la sociedad que es el transporte. ¿Qué futuro le espera a este tema en el marco de esa ciudad integrada que visiona?
Sobre este tema tomamos la decisión que no se tomó en los últimos años. Si decimos que tenemos un sistema de transporte que data del año 1985, quiere decir que falta una enorme cantidad de kilómetros por recorrer para dar el servicio que corresponde a todos los cordobeses. Esto una imperiosa necesidad. Para dar respuesta, tenemos que incentivar el uso masivo del transporte de colectivo. Esa ciudad integradora debe permitir a futuro que el cordobés deje el auto y se suba a la unidad del transporte masivo porque va a llegar a destino más rápido, por menos costo, permitiendo una mayor movilidad del conjunto, y con menor impacto ambiental. Medidas como las de los corredores selectivos y los delineadores ya están generando resultados. En el área central se mejoraron las frecuencias en unos ocho minutos. En forma complementaria estamos trabajando para favorecer el mejor flujo del transporte invirtiendo en obras que facilitan la circulación. El puente de Villa Warcalde es el primero que se está construyendo después de 10 años, en ese lapso el parque vehicular se duplicó. Entonces, es evidente, en materia de circulación y transporte que estamos en una situación compleja, y más hacia el futuro.

- ¿Tienen posibilidades en Córdoba algunos sistemas alternos, como el subte o el metro bus?
Son herramientas importantes, que Córdoba las necesita, pero para poder llevarlas adelante necesitamos financiamiento. Se podría llevar adelante el subte o también un tren, en algunos sectores de la ciudad. La ciudad está cruzada diagonalmente, de oeste a este, por el río… y esas márgenes del río son espacios públicos que pueden significar oportunidades en materia de transporte e integración. También representan una alternativa los trazados de los ferrocarriles Belgrano y Mitre, que cruzan la ciudad de este a oeste y oeste a este. Son trazados que pueden ser, a futuro, espacios utilizables para agregar al transporte nuevos servicios.

- En el concepto de la ciudad integrada, ¿cómo se articula la convivencia entre grandes desarrollos urbanos y los bolsones de marginalidad social que van quedando entre ellos?
En estos veinte meses de gestión tomamos decisiones fuertes en materia de límites al desarrollo urbano. Hemos enviado al Concejo Deliberante proyectos de limitación de construcción y del uso del suelo en algunos sectores de la ciudad. Esto, en los últimos años no sucedía. Durante estos años de expansión de la economía sobre la base de la exportación de materias primas, Córdoba fue una de las ciudades del país donde mayormente se construyó, pero sobre la base de lo privado, no de lo público, que ahora es lo que falta. A mí me tocó en estos 20 meses de gestión encarar, con recursos propios, las obras de seis desagües, por ejemplo.

- Los desarrollistas inmobiliarios y los inversores, ¿entienden esta nueva lógica?
Yo creo que como a todos los seres humanos, mientras no encuentran límites, avanzan y se producen desviaciones. Por ejemplo, hoy hay tres barrios en donde se construyó indiscriminadamente y tenemos graves problemas de cloacas y desagües. Pero, en este momento hay una conciencia superadora en los desarrollistas urbanos de entender el rol que ejerce este Estado y de buscar que la expansión sea sobre planificación. No es fácil conciliar intereses, pero el rol de regulador es una decisión que la asumimos con mucha fuerza.

- ¿Cómo es hacer política, a sus 41 años, en esta Argentina más polarizada que nunca?
A los dirigentes de mi generación nos toca la responsabilidad de superar esas diferencias, encontrar puntos de coincidencias. Tenemos que ser capaces de superar los prejuicios, las barreras partidarias y encontrar las soluciones a los problemas.

- ¿Piensa en un segundo período de Administración?
Eso lo van a decidir los cordobeses. Mientras tanto, yo trabajo en la responsabilidad que me dieron para que en cuatro años yo resuelva los problemas de orden y devuelva vigor al municipio para atender los problemas coyunturales que tiene la ciudad. Recién llevo 20 meses, es mucho lo que estamos haciendo y falta mucho más. Resolvimos el desagüe de Alta Córdoba, que hacía 30 años que lo esperaban, costó $ 34 millones y benefició a 40.000 vecinos. También avanzamos con otros desagües, como en O'Higgins, en Bunge, en Empalme, en Primero de Mayo… ahora licitamos uno nuevo en José Javier Díaz y Richieri, estamos terminando el de Miguel de Mojica en Marqués de Sobremonte. Quizá, para algunos avanzamos a pasos lentos, pero nosotros cada semana inauguramos una plaza, calles asfaltadas, recuperamos espacios verdes, el Parque Sarmiento, el río… Todo esto seguramente se va a merituar y los cordobeses decidirán si continuamos o no.