Las formas del plástico se transforman en peces, algas o corales, y en cada uno de ellos hay arte, juego creativo e invención.
“Una lámpara de Buceo Urbano en casa, en la oficina o en una instalación siempre será un llamado de atención de lo que debemos cuidar y de cuál es la parte que nos toca”, explica Pablo Escribano, creador de la marca.
Como instalación lumínica es un recorrido escenográfico que permite dialogar con la luz y con las formas, interactuando con el público de una manera lúdica y emocional. ”Como objeto único y personalizado nos hace pertenecer a un colectivo responsable y nos invita a tener objetos que nos gustan pero que detrás tienen un relato y una historia”, detalla Escribano quien trabajó como fotógrafo durante ocho años en Madrid.
Buceo urbano es parte del Clúster de Economía Circular de BioCórdoba y recibió dos Sellos de Diseño Cordobés, uno para la lámpara Twister y otro para la Star I. Los objetos que recibieron este Sello se comercializan en tiendas de diseño y decoración y también en ferias y eventos. Su precio oscila entre los $8.200 y $32.000, según tamaño y complejidad artesanal.
Un recorrido paso a paso
La propuesta circular de Buceo urbano consiste en recuperar recursos de los centros verdes para estudiarlos y transformarlos en nuevos objetos, alargando su vida útil para insertarlos nuevamente en el circuito comercial. “De esta manera, el objeto no tiene sólo un fin estético sino que apela a una nueva materialidad y a las distintas versiones que los materiales, aplicados a nuevos formatos, pueden ofrecer”, precisa Escribano.
Las lámparas u objetos luminosos se realizan la mayoría con bidones de plástico soplado y soportes de hierro o madera de piezas recicladas cortando manualmente y encastrando piezas hasta lograr la forma deseada.
Al plástico se suman piezas para los soportes como partes de electrodomésticos, mobiliarios o descartes insólitos que en diálogo unos con otros dan vida a propuestas únicas y singulares.
Los objetos fueron desarrollándose y creciendo en cantidad y diseño y se exhibieron en diversos espacios acompañando diferentes iniciativas como festivales y eventos de diseño en los que se complementa con charlas sobre el proceso de diseño y talleres de reciclado (Reciclate fest, Festival Terra vida, Incubadora en la Fundación e+e, Festival Córdoba Diseña entre otros).
Talleres Plasticando
Buceo urbano creó también los talleres Plasticando para dar capacitación y organizar juegos en torno a reutilización de recursos de descarte que se impartieron - y hoy en día se siguen impartiendo - en centros culturales y colegios. Esta actividad funciona en los parques educativos y en colegios con una propuesta teatral donde intervienen personajes animados hechos con bidones, dinosaurios, peces, cavernícolas y seres humanos cuentan una historia.
Cuando la pandemia frenó esta posibilidad, surgió la posibilidad de crear un Paseo de los deseos en la Plaza de la Intendencia, en la ciudad de Córdoba. Con este fin, asumió la creatividad y ejecución de un árbol de Navidad y objetos navideños con luminarias de distintas formas y colores realizadas a partir de descartes de pet. Luego la iniciativa continuó los años siguientes en distintos barrios de la ciudad. Como ejemplo, podemos contar que cada árbol contiene entre 500 a 2.000 bidones reciclados.
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