“Follow the yellow brick road” (Sigue el camino de ladrillos amarillos), cantaba Dorothy en la película El Mago de Oz y lo cierto es que aportarle color a los suelos aporta innovación y diseños a espacios clásicos de la casa, oficina o comercio.
En este sentido, a la hora de renovar los pisos, lo primero que hay que evaluar es la superficie sobre la que se trabajará ya que hay tantos tipos de pintura como de suelos: están los resistentes a la lluvia, a los rayos UV y al tránsito, que permiten que sea posible aplicar pintura tanto en interiores como en exteriores.
Si es madera, cerámica o cemento cambia el tipo de pintura que se le puede aplicar porque no todos pueden ser pintados, por ejemplo el mármol, cerámicas o porcelanatos de alto brillo.
Manos a la obra
Primero hay preparar la superficie, ya que en caso de no hacerlo es probable que el resultado no sea el deseado. Se recomienda limpiar de cualquier resto de polvo, humedad, aceites, ceras y detergentes.
Cuando la superficie quede totalmente seca, es hora de jugar con el color. Se recomienda utilizar rodillo para aplicar pintura en los pisos, ya que como son espacios amplios le aporta prolijidad. Respecto a la cantidad de manos, es recomendable dar entre dos o tres, según cuál sea la absorción.
La sugerencia es pintar todo de un solo color o abrirle paso a la creatividad para crear diseños propios con estampados que le aportan al ambiente un toque más personal (ver galería de fotos).
Y por si quedaba pendiente o sonando en la cabeza, aquí el tramo donde Judy Garland, quien personifica a Dorothy, recorre el camino que la lleva al reino de Oz: el “yellow brick road”.
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