¿De qué les habla SAP -el gigante alemán de la tecnología y los sistemas- a los hombres de negocios? ¿De cómo y cuánto van a ganar vendiendo soluciones en el próximo año? No: eso sería muy de los `80.
¿De cómo ayudar a sus clientes a ganar más dinero usando software SAP? Tampoco, eso sería muy de los ´90.
¿De cómo mejorar la experiencia de los clientes de sus clientes? No, ni siquiera. Y eso que “experiencia” es un término mágico que copó la jerga de negocios.
SAP y su subsidiarias SAP Ariba (un market place BtoB creciente) le hablan a sus clientes de cómo hacer negocios con un propósito.
“No sólo hay que hacer los negocios y la tecnología más fácil y más rápida, sino diferente”, interpeló Barry Padgett, presidente de SAP Ariba a un Coliseo (el del Caesar Palace de Las Vegas, donde canta Celine Dion) a los asistentes de todo EE.UU. y las Américas en la apertura de su evento anual.
“Ya no se trata de hacer plata o ser más grande, sino de hacer algo que tenga sentido”, avanzó el ejecutivo, con la ductilidad de un conductor de eventos y el carisma cada vez más indispensable en el kit de herramientas de un CEO.
Como es habitual, la empresa anfitriona invitó a socios de negocios para contar casos de éxito, pero lejos de hablar de números, de mayor productividad, de menores costos, se habló de cómo la tecnología puede cambiar muchas cosas en la educación y otros ámbitos.
Buscar un propósito que trascienda la rentabilidad (necesaria) y el bienestar de las organizaciones e ir por un sentido más allá de eso parece ser la impronta -al menos en el discurso- del momento.
Uno de los conceptos proyectados en la apertura del SAP Ariba Live parece marcar el espíritu de la época en el sector: lo que es bueno para el mundo, es bueno para los negocios”.
“Ya no se trata de hacer plata o ser más grandes…” (el CEO de SAP Ariba marca un nuevo paradigma)
(IB desde Las Vegas) No hace tantísimos años este cronista asistía a cumbres de negocios donde el espíritu de la época se reflejaba en frases como “hay dos tipos de gerentes: los rápidos y los muertos”. Eran épocas donde había que correr de los leones... o ser un león. Hoy la mirada parece haber cambiado: la búsqueda de un sentido que trascienda el lucro de las organizaciones es el nuevo llamado.
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