Las compañías agroindustriales liquidaron en el primer semestre un total de u$s 16.600 millones, una cifra que marca un récord en los registros de los últimos 18 años y representa un aumento del 80% respecto al mismo período del año pasado. Además, en junio ingresaron divisas por u$s 3.358,4 millones, un 43,2% más que en el mismo mes del año pasado, aunque una marca levemente inferior a la de mayo.
Los datos pertenecen a la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), que representan el 40% de las exportaciones argentinas. Este récord implicó un crecimiento de las reservas acumuladas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) de u$s 6.457 entre enero y junio.
Por eso, pese a las bajas que experimentó el precio de la commoditie en las últimas semanas, que todavía el precio se mantenga por encima de los u$s 500 la tonelada en el Mercado de Chicago es fundamental para el Gobierno para mantener la estabilidad cambiaria en los meses previos a las elecciones de medio término, mediante sus intervenciones en el mercado mayorista.
"A pesar de que los precios internacionales se redujeron por la expectativa de mejora climática y medidas en favor de los biocombustibles en Estados Unidos, y la cada vez más pronunciada bajante del caudal del río Paraná, el saldo de exportación agroindustrial todavía se beneficia de precios tonificados del mercado mundial, por la fuerte demanda de países que buscan recomponer sus stocks tras más de un año de pandemia", aclararon desde Ciara.
La liquidación de divisas en los primeros seis meses del año fue récord por el contexto en el que se desarrolló de precios alcistas. Las razones fueron: el efecto climático negativo en los lugares de producción, un incremento del consumo de maíz y soja para biocombustibles en Estados Unidos y, una devaluación de dólar que genera una apreciación de las materias primas.
¿POR QUÉ LA LIQUIDACIÓN DE DIVISAS FUE RÉCORD?
Ese contexto de precios altos, hubo un brusco descenso hace quince días por dos factores. Uno, fue la aparente recuperación climática de las condiciones de producción en Estados Unidos para la próxima cosecha y, el otro, una protesta de los sindicatos petroleros al gobierno que lidera Joe Biden con el objetivo de disminuir el uso de los biocombustibles en Estados Unidos.
Ambas razones generaron bajas casi de 100 dólares en el precio de la soja y de más de 150 dólares en el caso de los aceites, donde Argentina es primera exportadora mundial.
"Este contexto lleva a que Argentina tenga mejores precios de exportación, un flujo bastante positivo de embarques desde comienzos de año hasta el mes de mayo que permitió, más allá de la bajante del Paraná poder trabajar todos los días de manera muy fluída y por suerte tuvimos muy pocos problemas de índola sindical estos meses", explicó a El Cronista Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera y Centro de Exportadores de Cereales.
¿QUÉ SE ESPERA PARA LOS PRECIOS EN LOS PRÓXIMOS MESES?
Esta semana hubo una leve recuperación del precio de la soja que cerró ayer en el mercado de Chicago a u$s 532 la tonelada, porque el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) planteó dudas sobre las condiciones climáticas para las próximas semanas.
El mercado espera que los precios de la soja se mantengan en torno a los u$s 500 dado que la demanda de los mercados asiáticos sigue siendo alta. Las fluctuaciones desde ahora al resto del año dependerán, en primer lugar, de las condiciones climáticas en Estados Unidos que se conocerán en el informe final del USDA.
Y, en segundo lugar, de los rebotes de la pandemia en distintos mercados compradores. Cada vez que hay medidas de confinamiento hay fuertes caídas en la demanda de productos agroindustriales.
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