JUAN PABLO ALVAREZ
A dos semanas de las restricciones cambiarias que el Banco Central (BCRA) y la Comisión Nacional de Valores (CNV) dispusieron para los mercados financieros, los resultados observados son mixtos: por el lado negativo, no se calmó la demanda dolarizadora, lo cual obliga al Central a seguir usando sus reservas para recomprar bonos que primero vende contra pesos.
No obstante, sí se pudo contener el valor del contado con liqui (CCL) de bonos, aunque se disparó la brecha interna entre los distintos tipos de cambio financieros.
En tanto, el ritmo de compra de reservas tuvo una mejora en los primeros días post cerrojo, pero fue decayendo. No obstante, la adquisición de dólares sigue muy por encima de lo que se observaba en otros años con cepo. De hecho, el Central solía ser vendedor neto en los julio con cepo y ahora eso se dio vuelta.
En sentido, cabe señalar que en los primeros días de julio de este año el BCRA adquiría en promedio u$s 62 millones, mientras que a partir de las medidas pasó a u$s 67 millones diarios. Así, las reservas brutas crecieron u$s 674 millones durante el mes y las compras netas están en torno a los u$s 1050 millones.
Retomando lo referente a los objetivos cambiarios de la medida, en los primeros tres días posteriores a la implmentación el mercado había observado una caída en las transacciones con bonos AL30, en línea con los deseos del Central. Pero esto se revirtió pronto.
"Uno de los objetivos centrales era bajar la demanda de CCL y resulta evidente que no funcionó", destacó un informe Consultora 1816.
El informe continúa: "No solo continuó al alza la brecha, sino que también se mantuvo muy alto el volumen operado de bonos. El volumen de AL30 contra pesos en ByMA T+2, por pantalla, volvió a los valores máximos que había previo a los anuncios".
El director de la consultora Anker Latinoamérica, Federico Furiase, agregó: "Después de las regulaciones había bajado el volumen de AL30 contra pesos y contra especie D, pero en las últimas jornadas volvió a aumentar. Probablemente, el BCRA, ante la persistencia de las presiones, viene vendiendo fuerte AL30 contra pesos y recomprando AL30D MEP con dólares de las reservas".
En tanto, el texto de 1816 concluye: "Alcanzó niveles nunca vistos la operatoria de AL30 contra MEP por pantalla, post restricciones. En otras palabras, se limitó la compra de cable y parte de eso pasó a ser compra de MEP".
Como se mencionó al principio de esta nota, el objetivo que sí logró el Gobierno es frenar la suba del CCL que se realiza con bonos. Sin embargo, esto encierra un problema: la brecha dentro de la brecha.
Por ejemplo: el CCL que se realiza con AL30 se encuentra en $ 167,17 (llevándolo a cabo en T+2). Y un contado con liqui con acciones (tomando el promedio de los cinco papeles más usados para esta operación) se ubica en $ 181,43.
Los grandes jugadores a los que ya no les alcanza el segmento prioridad precio tiempo para satisfacer su demanda de dólares pagan unos $ 180 para comprar CCL en el Segmento de Negociación Bilateral.
Por otro lado, el mercado viene aprovechando las restricciones para realizar un rulo que consiste en salir del país con dólar cable a través de bonos y volver con Ledes. Esta "avivada" surge al calor de los desarbitrajes que se generan por tener un CCL de bonos planchado.
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