Las empresas a nivel global seguirán apostando a la tecnología para hacer frente, no sólo a la pandemia, sino a los desafíos de un mundo cada vez más competitivo.
El mayor crecimiento, según la consultora Gartner, se dará en el segmento de software empresarial con una mejora del 11%, en tanto que la inversión en consultoría empresarial y tecnológica crecerá un 10%.
En total, señala el informe el gasto mundial en TI será de u$s 4,5 billones en 2022, lo que significa un 5,1% más que en 2021.
Sólo en el segmento de servicios de TI, que incluye consultoría y servicios gestionados, el pronóstico es que el gasto aumentará un 7,9% respecto de 2021 y alcanzará u$s 1,3 billones.
Para Gartner, las organizaciones aumentarán su dependencia de consultores externos, fundamentalmente para sus estrategias Cloud, ya que el ritmo acelerado del cambio hace que los recursos y capacidades internas de las empresas no sean suficientes.
Desde 2020, en lo que es el mercado de software empresarial, el segmento cloud superó al mercado no-cloud por primera vez, en parte a causa de la pandemia de coronavirus y la expectativa es que duplique su tamaño para 2025.
La inversión en la nube explica casi todo el crecimiento del gasto del segmento de software empresarial en 2022.
"En el año 2022 el futuro regresa para el CIO", señaló John-David Lovelock, vicepresidente de investigación de Gartner. "Ahora están en condiciones de ir más allá de los proyectos críticos a corto plazo y centrarse en el largo plazo. Al mismo tiempo, las brechas de habilidades del personal, la inflación salarial y la guerra por el talento empujarán a los CIO a confiar más en las consultorías y las empresas de servicios gestionados para impulsar sus estrategias digitales".
TENDENCIAS
Según la consultora Lumen, la demanda de conectividad de alta velocidad continuará creciendo en 2022.
Entre las tendencias que confirman este pronóstico, señalan que el trabajo remoto se consolidará aún en el marco de un escenario post pandémico.
Desde Gartner señalan al respecto que habrá más empresas distribuidas, es decir, aquellas que explotan los beneficios de mantener sus trabajadores y sus operaciones geográficamente dispersas. Y dicen que crecerán un 25% más rápido que aquellas que no logren implementar a fondo este modelo.
En tanto que para IDC, la inversión en la Nube durante los próximos cuatro años crecerá un 17% anual y se espera que llegue a u$s 1,3 billones en 2025.
Gartner por su parte, prevé una explosión de las aplicaciones nativas para cloud, es decir, aquellas que aprovechan todo el potencial de esta tecnología, que pasarán de representar de menos del 41% en 2021 a más del 95% en 2025.
"Estamos frente a un año de grandes desafíos, pero la buena noticia es que del mismo modo en que las tecnologías digitales exigen mayor desempeño en la conectividad, también proveen la innovación para ganar eficiencia, productividad y calidad", señaló Hector Alonso, Presidente de Lumen para América Latina. "Desde nuestro lugar, redoblamos nuestro histórico compromiso de encontrar la mejor solución para cada necesidad", destacó.
Por su parte, los dispositivos conectados a internet de las cosas también aumentan de manera considerable, generando beneficios para industrias tan disímiles como la agricultura, la salud, el retail o la manufactura.
Statista contó 20.000 millones de dispositivos activos en 2020, con una proyección de crecimiento de 127 nuevos equipos que se conectan cada segundo: para 2025, serán nada menos que 75.000 millones.
Todos ellos recolectan, envían y solicitan datos que suelen necesitarse en tiempo real. En el medio, la hiper automatización -otra de las grandes estrellas de 2022- también aumenta la tensión en términos de conectividad.
¿CÓMO HACER FRENTE A ESTAS TENDENCIAS?
Las empresas de telecomunicaciones pondrán su aporte apelando cada vez más a la IA para automatizar sus operaciones de infraestructura y optimizar sus prestaciones. A partir de una enorme cantidad de datos podrán predecir el tráfico y controlar la calidad de punta a punta para entregar la mejor conectividad posible.
Pero también las nuevas tecnologías están colaborando de manera notable. Las soluciones gestionadas y orquestadas en la nube, por ejemplo, con capacidad para administrar de manera automática e inteligente cargas de trabajo, permitirán aprovechar al máximo la capacidad disponible.
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