Desde hace un tiempo, el sistema financiero viene desarrollando acciones para evaluar su cartera crediticia y así volverla más "verde" en términos de cuidado ambiental. Son muchos los antecedentes, como pueden ser los Bonos Verdes o bien los créditos para emprendimientos de triple impacto, acciones sobre las cuales el Banco Galicia fue pionero.
Pero, luego de la COP26 celebrada en Glasgow queda claro que el cambio climático avanza y se necesitan acciones más rápidas y amplias, que tengan en cuenta a todos los clientes y a toda la operación.
En este contexto, una de las iniciativas más recientes es la Alianza para la Contabilidad del Carbono en la Industria Financiera (PCAF por sus siglas en inglés). Conformada por una coalición de 130 bancos e inversores de todo el mundo, tiene como objetivo facilitar la medición y divulgación armonizada de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) financiadas por los préstamos y las inversiones.
Entre las entidades que adhirieron a esta iniciativa se encuentra el Banco Galicia, promoviendo así la medición de la huella de carbono generada por los préstamos que otorga.
Al respecto, Carolina Schuff, Team Leader de Portfolio Management de Banco Galicia, sostiene: "La adhesión a PCAF es un gran paso que nos llevará a dimensionar las emisiones de nuestra cartera como punto de partida, para luego establecer estrategias de negocio que ayuden a transitar hacia una economía baja en carbono".
Por su parte Constanza Gorleri, Gerente de Sustentabilidad de Banco Galicia, señala que "medir las emisiones financiadas utilizando la metodología de PCAF, resulta una instancia clave para comprender y gestionar el riesgo climático como así también para tomar decisiones financieras concretas que limiten el impacto negativo, aumenten el impacto positivo y desarrollar estrategias de negocio que contribuyan con la descarbonización de la economía".
Esta acción se complementa con las mediciones que el Banco ya venía realizando de su propia operación. Si bien desde hace años la entidad reporta de forma voluntaria sus emisiones al Carbon Disclosure Project (CDP), a partir del segundo semestre de 2021 amplió su compromiso y se convirtió en el primer banco nacional en ser una empresa carbono neutra compensando el 100 por ciento de su huella de carbono a través de la conservación de selva misionera junto a Fundación Banco de Bosques y la promoción de parques eólicos junto a Genneia.
Esto implica alcanzar un resultado neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), es decir, la captura de aquellos gases que se emiten a la atmósfera.
En este proceso, y con el objetivo de rendir cuentas y tomar mejores decisiones, para la medición de la huella 2021 Galicia está incorporando al inventario las emisiones por camiones de caudales, el consumo de combustible de las camionetas de logística, los gases refrigerantes recambiados y el papel consumido para los extractos bancarios enviados a los clientes.
Para la mitigación de emisiones, el Banco está alineando su estrategia a las metas basadas en ciencia (SBT por sus siglas en inglés) a mediano y largo plazo, haciendo foco en la mitigación de la energía eléctrica (que significan el 76% de su huella) a través de proyectos de eficiencia energética y energía renovable.
"La neutralidad de la huella de carbono operacional y la fijación de metas basadas en ciencia para la mitigación de emisiones, forman parte de la transición del Galicia hacia una operación y una cartera baja en carbono y acompañan el objetivo global de alcanzar las cero emisiones netas al 2050 para que la temperatura media global no supere el 1,5°C de aumento", dice Constanza Gorleri, Gerente de Sustentabilidad de Banco Galicia.
MERCADO LOCAL
Desde el año 2019, promovido por el Banco Galicia y conformado por más de 18 bancos que operan en el país, existe el Protocolo de Finanzas Sostenibles.
Se trata de un acuerdo marco que representa un punto de partida para la creación de modelos de negocios de triple impacto, procurando no sólo ser rentables, sino también generar impacto social y cuidar el ambiente, garantizando la sostenibilidad en el largo plazo.
Estas acciones e iniciativas, que marcan el ritmo del sistema financiero, modifican la forma en que las compañías desarrollan su actividad al tiempo que ponen el acento en el accionar del mercado para generar un clima de negocios amigable con el ambiente.
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