El Gobierno intenta llevar buenas noticias al bolsillo a pocas semanas de las elecciones. Por el brusco avance de la inflación, para mantener las 1,3 millones de personas que se beneficiaron de la suba del mínimo no imponible de Ganancias a $150.000 brutos (o $124.000 de bolsillo) el Poder Ejecutivo se ve obligado a volver a aumentarlo.
"Para definir el nuevo piso tenemos que terminar de ver cuál será el incremento de paritarias una vez que cierren todas las negociaciones. El rango que analizamos es entre $175.000 brutos y $180.000", confirmó una fuente oficial a El Cronista.
El piso de $150.000 por el cual las personas dejaron de tributar el impuesto a las Ganancias se había establecido en función a las proyecciones del Presupuesto 2020. Como adelantó El Cronista, la meta de inflación del 29% fue superada en siete meses. Así, al avanzar las paritarias para intentar recomponer los salarios y empatar el aumento de precios, se licuó el beneficio de los trabajadores.
La modificación que hará el Poder Ejecutivo mediante un decreto ya estaba prevista en la ley que impulsó el presidente la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Además, en enero las escalas se volverán a actualizar. Según establece la norma será de acuerdo al RIPTE (promedio de variación salarial que elabora la de Secretaria de Seguridad Social).
"Esto demuestra que la reforma de Massa que entró en vigencia recientemente tenía una vida útil limitada, con una obsolescencia acelerada porque la dinámica de la inflación requiere que en poco tiempo se suba el piso", explicó el tributarista Cesar Litvin.
Una de las mayores críticas que recibió la reforma aprobada por el Congreso es que técnicamente no tocó los mínimos imponibles compuestos, por ejemplo, por las deducciones por cada carga de familia. Sólo se estableció un nuevo piso, sin actualizar la tabla del impuesto, que es una escala progresiva donde a mayor monto de remuneración, mayor es el porcentaje de impuesto. Empieza en 5% y termina en 35%.
Esta vez, se va a repetir la estrategia del proyecto original y se aumentará sólo el monto desde el cual se comienza a pagar el impuesto, sin tocar las escalas de la tabla. "Esto es un analgésico que cada vez calma por menos tiempo el dolor", definió Litvin.
"Es un tema puramente electoral: El mínimo no imponible debería ajustarse permanentemente por inflación porque lo que representa es los gastos mínimos requeridos para subsistir que bajo ningún punto de vista puede ser considerada una ganancia. En la Argentina esta definición a los políticos se les olvida los años pares y lo recuerdan los impares, casualmente con el calendario electoral", señaló Iván Sasovsky, CEO y fundador de Sasovsky y Asociados.
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