JUAN PABLO ALVAREZ
Las reservas brutas del Banco Central de la República Argentina lograron cruzar el rubicón de los u$s 43.000 millones, cifra de la que se habían caído el 25 de agosto del año pasado y a la que no habían podido volver en los últimos once meses.
Las tenencias de la autoridad monetaria cerraron la jornada en u$s 43.009 millones, en una rueda en la que el Central compró u$s 30 millones netos en el Mercado Único y Libre de Cambios.
En lo que va del mes las compras oficiales alcanzan los u$s 1000 millones y a lo largo del año están en torno a los u$s 7400 millones.
Estos números se deben principalmente a dos factores: el cepo cambiario hard y los precios extraordinarios de los commodities. No obstante, en junio las compras habían caído bastante respecto de los meses anteriores (alcanzaron los u$s 727 millones) y los analistas proyectaban algo similar para julio.
Sin embargo, el BCRA pudo extender la buena racha y profundizarla tras la normativa publicada el 10 de julio pasado, que hace más restrictivo el acceso al mercado de cambios para empresas.
Por otro lado, según estimaciones de la consultora FMyA, las reservas netas (aquellas que no tienen como contrapartida un pasivo) se encuentran en torno a los u$s 8000 millones.
El número total podría ser un poco más alto, pero en lo que va del año el Tesoro debió acudir a u$s 1126 millones para pagarles servicios de deuda a organismos internacionales. Además, la autoridad monetaria viene utilizando parte de sus reservas para intervenir en los mercados de dólar financiero, recomprando bonos en especie D y C.
Otra buena noticia para las reservas es que el Banco Central recibirá el equivalente a u$s 4350 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, cifra que aumentará en un 50% las reservas netas actuales. Es muy posible que esa suma se utilice para pagar vencimientos de deuda con organismos internacionales.
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