La falta de dominio de la inflación por parte del Gobierno que había puesto como meta presupuestaria para 2021 un 29%, que se alcanzó en julio, y luego la corrigió por una del 33%, que se hará efectiva en agosto, se refleja directamente en un ajuste sobre el salario. Por eso, los analistas prevén que el salario real finalice agosto y llegue a las PASO por debajo del nivel que recibió Alberto Fernández cuando asumió en diciembre de 2019.
"El salario real que recibiría la población en agosto no exhibe cambios significativos respecto al mes pasado e incluso será un 1% inferior al del inicio de la administración de Alberto Fernández", apuntó Sebastián Menescaldi, director asociado de Eco Go para evidenciar el impacto de la aceleración de precios sobre el poder adquisitivo.
A diferencia que con la inflació -que se intentó evitar durante toda la campaña- el gabinete económico decidió que una de sus estrategias electorales era intentar incrementar el salario real, sin embargo las consultoras advierten que terminará siendo el cuarto año consecutivo de pérdida de poder adquisitivo.
Hasta el primer semestre del año hubo una continuidad de una tendencia de pérdida de salario real que comenzó en 2018, se potenció en 2019, tuvo un 2020 más benévolo -fundamentalmente por la menor inflación por el parate económico- y que en 2021 con la reactivación de la demanda laboral y de la inflación volvería a un escenario de pérdida de poder de compra.
"La foto de la gestión de Alberto Fernández será de un 2021 con muy alta inflación y una paritaria que corre por atrás, y un 2020 que si bien hubo una pérdida menor por el efecto cuarentena, en el total sigue dando en los dos años una tendencia negativa en términos de salario real", señaló Matías Ghidini, especialista en mercado laboral y general manager de la consultora Ghidini Rodil.
"Las empresas vienen de años duros y ya no hay margen de negocio para poder empatar una inflación que está fuera de mercado. Si bien a veces las empresas tienen la voluntad de poder sostener el salario real, después de dos o tres años de resultados muy apretados, ya no hay margen y muchas compañías terminan cerrando por ese motivo", agregó el especialista.
Así, según los datos de la consultora LCG, el salario real compra 23% menos bienes y servicios que hace 4 años. Nueve puntos de esa caída se dieron desde inicios de la pandemia. Un aumento a todos los asalariados del 15% es consumido en menos de un semestre por la inercia inflacionaria que ya tiene un piso del 3% mensual.
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