La grave sequía que afecta al país, las altas temperaturas, los períodos prolongados de lluvias y los monocultivos, hacen peligrar una actividad que es de vital importancia ambiental ya que de las abejas depende el 60 por ciento de la polinización mundial.
"Estamos trabajando con un costo de producción superior al precio de venta", afirma el presidente de la Cooperativa de Provisión de Servicios Apícolas Ansenuza Ltda., Marcos Palacios.
La entidad tiene sede en Balnearia, se creó en 2021 y está integrada por apicultores del noreste del departamento San Justo, de las localidades de: Balnearia, Altos de Chipión, Miramar de Ansenuza, La Tordilla, Freyre, Porteña, Brinkmann, Morteros, Arroyito y Seeber.
Nuclea a alrededor de 70 productores apícolas con más de 30 mil colmenas en producción.
Palacios advierte que "el tipo de cambio y la liquidación del precio en dólares al hacerse al valor oficial, hace que el mismo no sea competitivo ni rentable".
Sobre los principales problemas que afectan a la producción, Palacios detalló: "Nos afecta tanto la sequía como así también el exceso de lluvias. En los últimos años, tener muchos días de altas temperaturas nos llevó a perder colmenas por el derretimiento de las mismas".
La apicultura está estrechamente ligada a la agricultura, donde la aplicación de tratamientos fitosanitarios afectan la actividad porque se realizan tratamientos para el control de insectos que también producen la muerte de las abejas que están realizando el pecoreo en el campo, muriendo muchas ahí mientras otras trasladan el veneno a la colmena produciendo la muerte de la misma.
"Nuestra zona y nuestro departamento se caracterizaba por ser productora de leche, concentrándose gran cantidad de tambos donde la alimentación del ganado era de manera extensiva y la dieta en su gran mayoría era de pasturas, con prevalencia de alfalfa, que es una de las pasturas cuya floración es de gran importancia apícola", explica el apicultor.
Sin embargo, en la actualidad se ha producido una gran disminución de tambos y los que han quedado optan por alimentación intensiva (a corral), basada en una ración de forraje picado que principalmente es de maíz. Esto reduce la cantidad de pasturas de interés apícola y la expansión cada vez más de la agricultura.
La actualidad
Solamente en Balnearia, en la década del ´90 llegaron a contabilizarse más de 90 productores apícolas, quedando en la actualidad apenas 15.
La producción media de los últimos años en la zona es entre 15 a 25 kilos por colmena, y la comercialización se realiza casi en su totalidad a través de acopiadores y también en forma directa con empresas exportadoras.
El 95% de la producción nacional -alrededor de 70 mil toneladas- se exporta a todo el mundo.
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