La venta de electrodomésticos se vio altamente fortalecida durante la pandemia. Al no poder salir, el estar más tiempo en la casa, y las posibilidades que brindaba el ecommerce hicieron que las compras de productos para el hogar superaran límites históricos.
Sin embargo, con la corrida cambiaria y las reglas poco claras en el sector, la venta de electrodomésticos quedó en el ojo de la tormenta ante los vaivenes de la economía argentina.
El presidente de la Cámara de Electrodomésticos de Córdoba y secretario de la Federación Argentina del Comercio en Artefactos para el Hogar y Afines, Julio Isuani, analizó la situación que afecta de manera directa al rubro.
El empresario sostuvo que al índice inflacionario se le suma la falta de mercadería porque las fábricas no pueden armar sus productos ya que muchos de los insumos que necesitan son importados.
En ese sentido ejemplificó: "Los aires acondicionados se fabrican en el sur, pero el 80 % de los insumos son importados. En el caso de los calefones eléctricos, que es uno de los productos de mayor venta, el 90 % de los insumos es importado, viene de afuera".
A esa situación se suma la falta de dólares para poder importar conjuntamente con las limitaciones impuestas desde el Gobierno Nacional lo que pone en riesgo la fabricación de un montón de productos y que algunas fábricas estén con menos turnos y comiencen a cesantear a sus trabajadores.
Isuani aseguró que muchos modelos de algunos productos se dejaron de producir por falta de insumos, u otros lineales se dejaron de traer porque no hay en stock, lo que ocasiona en el comerciante que al tener menor surtido se produzcan menos ventas.
Sobre los aumentos, el presidente de la Cámara de Electrodomésticos de Córdoba afirmó que hay una gran diversidad de incrementos de precios, que van del 10 al 35 %, dependiendo de las marcas y de los rubros.
"Esto nos lleva a que al haber pocos productos, cuando hay disponibilidad, haya que stockearse sin saber a qué precio vender porque nos han ido cambiando las reglas de juego desde los aumentos hasta los intereses que tienen las tarjetas, pasando de tener 12 cuotas sin interés a tener las cuotas con interés, lo que incrementa mucho el precio final del producto", detalló el empresario.
A toda la compleja situación que vive el rubro, hay que adicionarle que los proveedores limitaron los plazos de pago, donde desde esta semana, las empresas que venden, lo hacen sólo de contado, mientras que la gran mayoría decidió no vender hasta que se acomode el tema del dólar y ver cómo queda posicionado finalmente; mientras que hasta una semana atrás las compras mayoristas se hacían en plazos de 30, 60 y hasta 90 días.
"El lunes recibimos listas de precios nuevas, y ya al día siguiente muchas empresas suspendieron las ventas mientras otras volvieron a aumentar los precios", comenta Isuani sobre la vertiginosidad con la que se maneja todo en el rubro.
"Las empresas te dicen que no tienen una seguridad hacia adelante porque no saben cómo van a reponer sus productos. Como las reglas no están claras, no tienen cómo reponer la mercadería, por eso venden lo necesario para seguir funcionando", agregó.
En ese sentido, graficó: "El año pasado un aire acondicionado se vendía a 50 mil pesos y hoy, el último costo fue de 140 mil pesos".
Isuani sostuvo que "no hay negocios que cierren pero ya no hay apertura de sucursales: los grandes cada vez tienen más sucursales, y los chiquitos se van quedando porque cada vez se les hace más difícil competir".
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