Esta temporada de invierno ya nos ha dejado ver que no existen reglas ni combinaciones recetadas para que los colores jueguen en una paleta coherente dentro de las colecciones, sino todo lo contrario.
Pareciera que los colores se han cansado de combinar en reglas estereotipadas, tales como: “los fríos con los fríos, los cálidos con los cálidos” o “los colores en un conjunto deben ser monocromáticos, con juego de luces y saturados”. Ya quedó demostrado -y doy prueba de ello en la galería que les he armado- que los colores salieron a las vidrieras para hablar por sí solos, combinándose entre ellos sin regla alguna y dejando sobre-entendido, por lo menos aquí, que las reglas estrictas no funcionan.
Este es un pequeño adelanto de lo que veremos en las colecciones primavera-verano, ya que la audacia a la que han llegado los diseñadores en las colecciones estivales, superan ampliamente las que se atrevieron a mostrarnos en este otoño – invierno.
Las invito a empezar a relacionarse con estas nuevas amalgamas de contrastes, a usar y mezclar colores de manera ilógica, porque esta tendencia ha llegado para no irse. Y qué bueno que así sea, porque ir vestido de azul eléctrico y naranja nos hace ver vibrantes, enérgicos y elegantes a la vez.
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