El nuevo reporte “La Economía Móvil: América Latina y el Caribe 2018” de GSMA destaca que las redes representarán el 38% de las conexiones totales de la región para fin de año (un incremento importante considerando el 8% de hace 3 años).
“Los usuarios de América Latina hoy están migrando rápidamente a los servicios 4G, impulsados por el consumo de videos y el uso intensivo de redes sociales. El crecimiento del tráfico requiere mayores inversiones en redes para dar soporte a los servicios digitales nuevos y existentes”, comentó Michael O’Hara, chief marketing officer, GSMA.
Y añadió: “Se espera que los operadores móviles de la región inviertan casi US$ 47.000 millones (capex) entre 2018 y 2020 en actualizaciones de redes antes de pasar a 5G. Sin embargo, el éxito futuro dependerá en gran medida de un entorno de políticas flexibles que incentive la inversión continua de los operadores en redes y permita a los usuarios acceder a los beneficios de una conectividad móvil de alta calidad”.
Con 4G alcanzando también el 82% de la población, los operadores estarán realizando grandes inversiones en actualizaciones de redes para respaldar la aceleración del uso de teléfonos inteligentes y datos, marcando el rumbo hacia la era 5G. Se prevé que 4G representará casi dos tercios de las conexiones totales para 2025, momento en el cual ya se habrán desplegado las primeras redes 5G en los principales mercados como Brasil y México, representando el 8% de las conexiones totales de la región.
Incentivar políticas para cerrar la brecha digital
Más de dos tercios de la población de la región está ahora conectada a una red móvil. Para mediados de 2018, había 442 millones de suscriptores móviles únicos en toda América Latina y el Caribe (68% de la población), cifra que se prevé aumente a 517 millones (74%) para 2025. Sin embargo, existe una amplia variación en los niveles de penetración de suscriptores; algunos países como Argentina, Chile y Uruguay están alcanzando el nivel de penetración total; mientras que otros, incluyendo Guatemala, Honduras y Nicaragua, todavía tienen un margen de crecimiento significativo de cara al futuro.
“Por lo tanto, es de vital importancia que la industria móvil pueda trabajar conjuntamente con los gobiernos y otros actores de interés para abordar las barreras a la adopción de internet móvil, tales como cargas impositivas y tasas excesivas que tienen un impacto negativo sobre la asequibilidad y el acceso”, explicó O’Hara.
El aporte a la economía
El año pasado las tecnologías y los servicios móviles generaron el 5% del PIB de América Latina, un aporte que representó US$ 280.000 millones en valor económico agregado. Se prevé que el aporte aumente a US$ 330.000 millones (5,2% del PIB) para 2022. El ecosistema móvil de la región también generó más de 1,6 millones de puestos de trabajo (directos e indirectos) en 2017 y realizó un aporte significativo a las arcas del sector público, habiendo aportado aproximadamente US$ 36.000 millones entre impuestos generales y cargas específicas al sector.
Cómo la tecnología móvil promueve la innovación (el caso de Córdoba)
El ecosistema móvil impulsa innovaciones en toda la región. Por ejemplo, los operadores móviles están realizando un aporte significativo al mercado del Internet de las Cosas (IoT); se prevé que la cantidad de conexiones IoT de la región se triplicará entre 2017 y 2025, llegando a 1.300 millones, transformando tanto al segmento de consumidores como al industrial.
Entre ejemplos de cómo la innovación basada en servicios móviles está teniendo un impacto positivo se encuentra el caso de Córdoba, donde Claro creó una asociación para el desarrollo de una solución IoT que conecta máquinas y animales de campo con sensores, permitiendo la trazabilidad de los productos.
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