La comunión de las redes sociales y los medios de comunicación “tradicionales” como la televisión o la radio es parte del día a día: casi no hay programa que no nos invite a participar a través de Facebook, Twitter o WhatsApp. Esta participación es ya un indicador de la llegada del programa, incluso en muchos casos se utiliza como medidor de audiencia.
Es habitual que hoy los usuarios naveguen desde su smartphone mientras miran el programa de televisión y desde el mismo comenten en Twitter su opinión con el hashtag que el programa haya propuesto.
Este tipo de acciones son las que se miden y llevan el nombre de “audiencia social”. Cuántos likes tuvo el post, cuántas interacciones se dieron con el hashtag, cuántos participaron del sorteo del día o hasta cuántos seguidores se sumaron.
En Argentina los eventos que tienen que ver con los deportes (especialmente el fútbol) y los reality shows, son los contenidos que más audiencia social han generado. Un caso a destacar fue la edición de Gran Hermano 2015, que obtuvo muy pocos puntos de rating pero la audiencia social fue muy activa y eso logró que se lance hace pocos días la edición 2016.
Muchos intentan comparar el rating con la audiencia social pero aún no se ha encontrado la manera de poder hacerlo de una manera relevante. Pero esto recién comienza y seguramente pronto tendremos métricas que puedan decirnos muchos más sobre la cantidad y calidades de la audiencia social de un programa.
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