Luciano Pérsico, gerente de Pastas Don Cayetano, cuenta que la historia de esta empresa familiar nace en Mar del Plata cuando su abuelo comercializaba unos ravioles un poco más grandes que los habituales que su esposa cortaba con la boca de un vaso.
Cuando la venta comenzó a expandirse y para diferenciar el producto de la típica pasta cuadrada rellena los nombraron sorrentinos, porque “la nonna” era de Sorrento, Italia.
“Es, como en muchos otros platos, una argentinización. En Sorrento no se conocen los sorrentinos. Nosotros no somos los creadores de esa pasta, pero sí del nombre”, explica a InfoNegocios.
Sorrentinos Don Cayetano llegó a Córdoba en 1985, cuando el padre de Luciano abrió su primer local en la Av. Mñor. Pablo Cabrera. Dos años después se mudó a la Av. Octavio Pinto y en 1995 llegaría la segunda sucursal. Después vendrían otras tres en Av. Rafael Núñez, Recta Martinolli y Villa Allende.
Así las cosas, los sorrentinos fueron un producto más al que se sumaron, tallarines, ñoquis y ravioles y la empresa ya tomó el nombre de Pastas Don Cayetano.
“Hace dos años inauguramos una fábrica a dos cuadras del CPC de Av. Fuerza Aérea y tenemos una importante capacidad de producción y ya no podemos fabricar, distribuir y comercializar nosotros y por eso decidimos dar ese paso”, comenta.
De acuerdo al plan de negocios de la firma, en los próximos dos y tres años esperan abrir entre 10 y 15 franquicias.
La nueva imagen de la marca fue realizada por la agencia 100 watts y Q-Bix Arquitectura Publicitaria.
La inversión mínima –incluyendo el costo de la franquicia- para abrir un local de Don Cayetano es a partir de $ 200.000.
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