Señaló como asesinos y violadores a todos los que somos ciudadanos mexicanos. Twitteó bravuconamente hasta que consiguió que grandes marcas de su país anunciaran desde desestimar inversiones (como una planta de Ford de 1,600 mdd) hasta Carrier y sus aires acondicionados (que le ‘donó’ 700 empleos), Fiat Chrysler, Hyundai, GM… Sus amenazas no solo se centraron en las empresas estadounidenses haciendo inversiones de este lado de la frontera (Walmart, por ejemplo) sino también a asiáticas como Toyota y Nissan (que también tienen en marcha multimillonarios planes automotrices) o BMW.
Uno de las primeras acciones de su mandato será abrir (y posiblemente) cancelar el otrora compacto y exitoso NAFTA (el tratado de libre comercio de América del Norte), una idea que nació desde México durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari hace 25 años y que ha llevado a multiplicar por 5 veces el negocio entre los socios: Canadá, EEUU y México.
I love the Mexican people, but Mexico is not our friend. They're killing us at the border and they're killing us on jobs and trade. FIGHT!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 30 de junio de 2015
Cada día cruzan 1 millón de personas y 500,000 camiones de carga por la frontera (la única en el mundo donde una economía del primer mundo es vecina de una del tercero) y el volumen de negocios es de 1 millón de dólares por minuto.
Aquí, no solo quiere imponer barreras fiscales (como aranceles de doble dígito según el producto) sino también barreras físicas (el mentado muro) que incluso quiere que sea México el que pague.
A esto se suma una promesa de expulsión masiva de inmigrantes (donde la gran mayoría son mexicanos) y que cada año son la segunda fuente de ingresos de dólares al país (envían unos US$ 25,000 millones en remesas) casi lo mismo que recibe el país en turismo, siendo ya el 8vo destino mundial.
La cobertura no ha cesado desde julio del año pasado, pero sin dudas se intensificó desde que los primeros días de este año Ford le dijera que le daba un voto de confianza (y una planta completa) hasta el lluvioso viernes donde desde las 7 de la mañana había cadena nacional para ver, escuchar y seguir de cerca los pasos del vecino más irracional, proteccionista e intransigente que ha tenido México.
Es recién 21 de enero y en México sentimos que ya estamos en noviembre. Porque como si todo esto no fuera suficiente, la noche previa -como regalo de despedida a Barack Obama, le mandamos por avión al Chapo Guzmán, el narcotraficante más poderoso del planeta y que tiene en su haber (entre otras 17 causas) la de haber cruzado 300 toneladas de cocaína en la última década.
A diferencia de otros países, para nosotros esto recién empieza… (y no con buen pronóstico).
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