En la Experiencia Endeavor, Palazzo contó -en una charla llena de humor- cómo concibió el Cosquín Rock siempre como algo que trascendía Córdoba.
Pero en los últimos años fue madurando otro sueño: darle “volúmen” al evento para “bancar” bandas internacionales entre varias fechas (ya se sabe: comprar un show a una banda tiene un precio, comprarle tres, otro).
Así, Cosquín Rock empezará a ser un festival itinerante (como lo es Lollapalooza).
Guadalajara había sido anunciada ya como primera ciudad, pero en la charla Palazzo habló también de avanzadas tratativas para llevarlo a Lima (en Chile, entiende, hay mucha oferta).
Pero además de darle “escala” de contratación para bandas, un Cosquín Rock itinerante le abriría a En Vivo una carpeta comercial más potente para sumar sponsors de escala regional, precisamente (el del sponsoreo) una de las patas menos desarrolladas por el show que inventaron Palazzo y el Perro Emaides.
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