“Estamos frente a un misterio en lo más inmediato. ¿Cuál es ese misterio? Saber qué pasa con un grupo humano al que se encerró durante un año y medio y lo mantuvieron encerrados hablando de enfermedades, respiradores, de vacunas y de muerte”. Allí radica, en la perspectiva de Pagni, uno de los puntos centrales de las incógnitas que plantea el mapa electoral argentino.
“La del encierro no es una experiencia habitual, es una experiencia distinta. Es muy difícil que una sociedad sometida a esa experiencia, después, cuando uno la interroga, tenga respuestas convencionales. Tuvimos la cifra más alta de abstenciones a la hora de ir a votar desde el ´83 a la fecha. Esto es importante porque este es el territorio donde se toman las medidas (o se dejan de tomar), y una vez que haya que hacer un acuerdo con el Fondo, sobre este panorama se recorta el comportamiento del gobierno y la oposición”, continuó.
Desencanto en oficialismo y oposición
El de Juntos por el Cambio fue un triunfo previsible en algunos distritos, en otros fue una sorpresa. “Si miro el resultado de la oposición, voy a empezar a tener algunas peculiaridades que obligan a matizar lo que hay ahí adentro: apareció una oposición muy dinámica en la composición interna. Quiere decir que dentro de la oposición también hay niveles de desencanto”, analizó Pagni.
El desencanto, por tanto, no es solo de ciudadanos que no se involucran con la política, sino puertas adentro de los partidos también. En esa misma línea de análisis, el desencanto puertas adentro de Juntos por el Cambio (en palabras de Pagni), seguramente tuvo que ver con el último tramo de la gestión de Macri. “Esto me da a pensar que Juntos por el Cambio va a tener una interna presidencial. No me importa quién gane o quién pierda, sino que me interesa que haya competitividad para que no haya una hegemonía de poder”.
Respecto del oficialismo, “son muchos los desaciertos”. “Después de la elección hay que acordar con el Fondo. Y el ministro Guzmán se comprometió a hacerlo antes de marzo. Ahora, con el nivel de exigencia que tendría un acuerdo, el nivel de ajuste, nada más que para mantener los subsidios en el nivel que están, habría que subir un 50% las tarifas”, advirtió Pagni.
“Puertas adentro del oficialismo seguramente habrá un debate a ver si conviene o no hacer un acuerdo con el FMI y de eso dependerá que Guzmán continúe o no”, remató.
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