En los despachos porteños, no daban certezas sobre la intervención de Mauricio Macri en la campaña cordobesa. Sin embargo, la previa de la presentación de la lista de Juntos por Córdoba estuvo marcada por un gesto que no pasará desapercibido en el arco político local.
Ante una decena de empresarios cordobeses, el expresidente Mauricio Macri marcó su preferencia por la lista integrada por Mario Negri y Gustavo Santos. Para que quedara claro, aseguró que su exministro de Turismo de la Nación será el hombre con el que buscará ganar la gobernación de la provincia gobernada hace más de dos décadas por el peronismo amigo.
Hecho este trabajo, en la primera aparición pública tras su regreso al país, empezó a desarrollarse la pompa electoral. Los discursos, la puesta, cada detalle buscó recordar la épica de Juntos por el Cambio para que el electorado realice esta transferencia freudiana hacia la boletade Negri y Santos. La campaña de diferenciación con la expresión de Luis Juez y Rodrigo de Loredo se desarrolla con decoro. Los primeros dirán que expresan los valores, que corre por sus venas el ADN de la alianza; los segundos, que tienen lo necesario para enfrentar al kirchnerismo o, en otras palabras, que son más fuertes.
Los precandidatos a senadores y diputados de Juntos por Córdoba se reunieron en el kilómetro cero del cambio. Se apropiaron del significado simbólico del triunfo en Marcos Juárez del 2014 para la coalición integrada por el PRO, la UCR y la Coalición Cívica que ingresó a la Casa Rosada, un año más tarde. Con referencias permanentes a ese hito y el desafío marcado en el corto plazo –las elecciones legislativas como un momento clave para “salvar a la República” de los presuntos desenfrenos del kirchnerismo- pidieron el voto a la boleta que apoya el expresidente Mauricio Macri.
El anfitrión, Pedro Dellarossa, fue el encargado de abrir la ronda de discursos luego de la proyección de un video con imágenes de momentos clave de la historia de Cambiemos: las plazas llenas en la ciudad de Córdoba, colmadas de banderas celestes y blancas para recibir a los aliados; frases emotivas de los líderes fundadores.
Con el clima creado, el primer intendente que ganó con la alianza en estado experimental pidió por la unidad del espacio después de las PASO. Fue el único que se aludió tácitamente a la interna. Y tiene sus razones: el macristano quería tomar partido por ninguna de las expresiones, aunque fue empujado a hacerlo por pedido expreso de los alfiles de Macri que viajaron para trabajar en la campaña cordobesa.
“Esta es una lista de luchadores por la democracia, por la libertad, por la República, por nuestros hijos.Están en la casa donde empezó todo. Hoy los recibo acá para que luchemos contra el populismo”, expresó uno de los jefes territoriales mejor conceptuados por el expresidente.
El precandidato a diputado, Gustavo Santos, abrió la ronda. El apóstol habló como si fuera Macri el que estuviera dando el discurso. Las referencias permanentes a la misión histórica de los cordobeses para detener el avance del modelo populista recordaba las interpelaciones del fundador del PRO cada vez que visitaba la provincia.
“Estamos aquí, en Marcos Juárez, donde comenzó esta historia. ¡Cuántas veces me dijo Mauricio: ‘Gustavo, ahí empezó el cambio’! No podía ser otro lugar el que eligiéramos para comenzar esta marcha de Juntos por Córdoba”, abrió el hombre que Macri quiere sentado en el Panal en el 2023.
“No es una casualidad que seamos la contradicción del populismo que gobierna la Argentina, que hasta se da el lujo un periodistucho (sic) de Radio Nacional de insultarnos. Pero no aflojamos”, recordó el reciente insulto de Juan Alonso a los comprovincianos.
Entre las críticas más ácidas vertidas por Santos, el primer puesto lo ganó la desarticulación del hub aéreo en Córdoba. Responsabilizó directamente a La Cámpora por desconectar la provincia del mundo. Y cerró con el clásico latiguillo de Macri: “Hoy aquí empieza la marcha para volver a creer, hoy aquí empieza la construcción de la esperanza. Sí, se puede”.
El cierre fue más prolongado y fue protagonizado por el precandidato a senador. “Estamos en el kilómetro cero, donde se arrancó una pelea que no ha terminado (…) es una batalla a dar contra un modelo de sociedad: el populismo. Arrancamos en 2015 y nosotros no pudimos concluir y volvieron”, ensayó una autocrítica para plantar la nueva apuesta del espacio.
Como era de esperarse, el grueso de su discurso fue una ametralladora de cuestionamientos al poder central y a la vicepresidenta Cristina Fernández. Toco todos los temas que preocupan a los argentinos como los muertos de la pandemia, la pobreza, el desempleo, la educación, la presión impositiva y la pérdida de libertades.
“Los argentinos le entregaron la libertad al presidente para que la administre ante lo desconocido, pero hizo de la libertad una forma para quedarse con el poder y concentrarlo.El populismo sin plata concentra poder y, en esta oportunidad, dispuso de la libertad de la sociedad”, reprochó y separó a los cordobeses de ese pelotón: “El kirchnerismo con los cordobeses es como mezclar el agua con el aceite. Son dos modelos de crecimiento de sociedad distinta, no importa el color político”.
En otros de los pasajes de su discurso, pidió al electorado el voto para “reequilibrar el poder” y aseguró que la garantía está en la coalición que representa porque las “provincia son débiles”. Recordó así, una vez más, los votos de los diputados schiarettistas a proyectos del oficialismo nacional.
Los oradores
Los radicales Soledad Carrizo y Ramón Mestre tomaron la palabra en el escenario 360º. Ambos exigieron un trato justo al interior. “Durante estos tres meses vamos a tener oportunistas que nos van a hablar del interior. El interior vale no sólo en tiempos electorales, vale todos los días”, expresó la actual diputada. Después de recordar la mejora en la distribución de los subsidios al transporte de Macri, Mestre dijo: “Quiero ser diputado nacional para ir a levantar la voz, para defender al interior, para defender el federalismo”.
La precandidata a senadora, Soher El Sukaria, le habló al electorado femenino. “El país nos llama a poner el alma, el corazón. El sueño de nuestra generación y del futuro está en juego. Pongámonos el país al hombro. Es ahora, tengo que moverme a la acción para transformar lo que está mal. Es codo a codo, puño a puño. Todos juntos”, expresó la referente de Macri en Córdoba.
En tanto, el presidente de la Coalición Cívica, Gregorio Hernández Maqueda, le habló a los jóvenes: “560 mil jóvenes perdieron su trabajo en el gobierno de Alberto Fernández. ¿Cómo pueden esos jóvenes creer que en la Argentina hay futuro? Nosotros, los jóvenes, no queremos el poder por el poder mismo. Queremos el poder en la medida justa que ese poder nos deje vivir una vida diga. Es mentira que nos queramos del país. Nos expulsan”.
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