Entre bromas, el presidente Mauricio Macri soltó su verdad: está determinado a reclamar como propio el 40% de votos que logró en las elecciones generales del mes pasado. “Hay gato para rato”, ratificó en la que fue su última reunión de gabinete ampliado. Dio el paso fundamental a sabiendas de las complejidades que le esperan después del 10 de diciembre. Esto es, mantenerse como jefe de una coalición que caminó con problemas, transitó rupturas profundas, pero que se superaban al abrigo del poder. Desde la oposición, abundan los valientes y los desafíos a una autoridad en reconstrucción.
En el Congreso de la Nación se expresaron los primeros síntomas del cambio en el escenario político del país, especialmente porque la hiperpolarización que se vivió en octubre tendrá su vivo correlato en la Cámara de Diputados. Los consensos serán inevitables.
En ese marco, los primeros en desafiar el “dedo de Macri” en su rol de armador opositor fueron los macristas del interior que triangulan con el desterrado por Marcos Peña, Emilio Monzó. El actual presidente de la Cámara Baja fundó la línea interna con legisladores que le responden con el objetivo de levantar perfil en el 2020.
El flamante monzoísmo cuenta en este “sub-bloque” a los bonaerenses Silvia Lospennato, mano derecha del titular del cuerpo; Juan Aicega y Sebastián García de Luca; al sanjuanino Eduardo Cáceres; al cordobés Gabriel Frizza; al fueguino Federico Frigerio; a los entrerrianos Gustavo Hein y Alicia Fregonese; y a los santafesinos Luciano Laspina, Gisella Scaglia, Federico Angelini. Además se menciona al actual subsecretario de Interior y ex intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya, como posible integrante del mismo, pese a que en principio actuaría con monobloque propio, por fuera de Juntos por el Cambio.
Pero momentos después de que Macri anunciara que seguiría activo en política y ungiera a Cristián Ritondo como jefe del bloque PRO en Diputados, ocurrió la primera levantisca.
Los macristas del interior piden, expresamente, que el bloque sea “más federal”. En otras palabras, fustigaron el acuerdo que se trabó en Casa Rosada entre el mandatario nacional, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Lo curioso es que la rebelión amarilla dilató la elección del jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, donde se encuentran pulseando los radicales Mario Negri y Alfredo Cornejo. Macri contactó a Ritondo y le prometió actuar para evitar fugas en el PRO que hasta ahora se descartan. Sin embargo, son reiterados los pedidos por una mayor horizontalidad en la toma de decisiones. La regla aplica para todos los que tienen que arrancar de cero y en ese nuevo marco las “imposiciones” no estarían bien vistas.
Ahora bien, si el PRO funcionará como un único bloque o se partirá no hay certezas. Fuentes amarillas aseguran que en marzo se tomarán las determinaciones. Allí habrán testeado las necesidades del nuevo gobierno y el potencial del PRO unido o roto.
El reclamo proviene de un sector minoritario del partido, pero lo cierto es que marca el desafío central de Macri que no es otro que mantener la cohesión de su espacio.
Agenda de sesiones
La Cámara de Diputados buscará sesionar el miércoles 20 de noviembre, en el que se constituirá en el último plenario del período ordinario del cuerpo, con un temario que incluye la reforma a la ley de alquileres y la denominada ley de góndolas, entre otras cuestiones.
La intención, tanto del bloque de Cambiemos y de la oposición, encabezada por el FPV-PJ, es reactivar la actividad parlamentaria ese día antes de que concluya el período ordinario, ya que se descuenta que habrá prórroga de ordinarias para debatir un conjunto de cuestiones como el Presupuesto 2020.
Desde Cambiemos, en tanto, promueven también tratar en la sesión del 20 de noviembre el proyecto de “ficha limpia” y algunas iniciativas sin disidencias que quedaron postergadas por la campaña electoral, que mantuvo inactivo al Congreso.
Antes de esa sesión, el Congreso volverá a reunirse el miércoles 13 para realizar la Asamblea Legislativa, que buscará proclamar la fórmula presidencial integrada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Luego, y de acuerdo al cronograma previsto, el miércoles 4 de diciembre se concretará una sesión, en la que prestarán juramento los 130 diputados electos en la sesión del 27 de octubre próximo y la designación de autoridades parlamentarias y administrativas para el próximo mandato, que asumirán el 10 de diciembre.
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