En tiempos de tensiones internas dentro de Hacemos por Córdoba (HpC) y de críticas hacia la conducción por la tendencia hacia la desperonización del espacio, el PJ busca responder con una foto de unidad. Y el elemento aglutinante esta vez será la figura del ex gobernador José Manuel de la Sota, un indiscutido dentro del justicialismo.
El partido organizó un acto homenaje en Capital, concretamente en el Parque Educativo Sureste que lleva su nombre, donde quedará inaugurado un mural. Esa será la excusa con la que coincidirán el intendente Martín Llaryora, el vice Daniel Passerini, la diputada nacional Natalia de la Sota y la actual senadora de Córdoba Federal, Alejandra Vigo. Hasta ayer, no estaba confirmada la presencia del propio gobernador Juan Schiaretti.
Pues el pasado 15 de septiembre cuando se cumplieron cuatro años de la muerte del ex mandatario, hubo múltiples actos en distintos puntos de la provincia, pero ninguno concentró a la plana mayor del oficialismo, tal como sí ocurrió años anteriores.
Lo del viernes será una liturgia de puro peronismo en medio de las críticas surgidas desde el seno de HpC que le apuntan al gobernador por intentar ampliar el espacio arrimando “antiperonistas”, dicen.
Concretamente, fue el fracaso de la propuesta del oficialismo provincial en las elecciones de Marcos Juárez lo que reavivó esos reproches. La estrategia de desperonizar al extremo la oferta con la que el PJ jugó y perdió dramáticamente en la ciudad del sureste provincial, fue cuestionada por quienes creen que esa lógica de construcción política no puede ser proyectada ni aplicada para el 2023.
Y las críticas en ese sentido ya no sólo se escucharon de sectores que hoy están más distanciados del schiarettismo como el que encabeza el intendente de Villa María, Martín Gill, sino también de la tropa propia.
El llaryorismo acusó recibido de lo sucedido, pasó factura a la vieja guardia y reaccionó de inmediato: ya volvieron las reuniones políticas en el interior provincial para promocionar a “Llaryora, gobernador”.
Por otro lado, además de los peronistas locales de Marcos Juárez que sintieron un “destrato” cuando el gobernador decidió bajar a su candidato (Eduardo Foresi) para encabezar con una externa, ex Juntos por el Cambio, (Verónica Crescente), la diputada Natalia de la Sota también dejó entrever en estos días algunas diferencias de criterio con el gobernador.
En una semana, la hija del ex mandatario José Manuel de la Sota, se mostró dos veces con Gill, hoy enrolado en el Frente de Todos y anotado en la carrera provincial. Allí ni hubo casualidad ni ingenuidad política.
Ambos dirigentes que aspiran a ser parte de la conducción del recambio generacional, coincidieron en destacar que el justicialismo debe seguir siendo la columna vertebral de la alianza Hacemos por Córdoba.
Desde el interior provincial, la parlamentaria no sólo no prestó (todavía) apoyo a la figura de Martín Llaryora como candidato a gobernador cuando se lo preguntaron, sino que frente a la prensa lanzó: “ojalá algún día Córdoba tenga una gobernadora”.
La diputada, además, estuvo presente cuando Gill en uno de sus discursos dijo que José Manuel de la Sota “no se avergonzaba de ser peronista” y que tuvo la capacidad siempre “de encontrar la unidad en la diversidad”. El villamariense viene demandándole al schiarettismo una mesa de diálogo que no llega.
Lo cierto es que esa movida del tándem Gill-De la Sota fue seguida desde el Panal y disparó todo tipo de lecturas. Por eso, la foto de mañana busca aplacar las tensiones y llevar serenidad hacia el interior de Hacemos por Córdoba.
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