Entre plato y plato pasaron muchas cosas, y pueden esperarse más hasta el sábado a las 24, cuando los aliancistas deberán presentar las listas para competir en las PASO del 12 de septiembre.
“Negri no se animó a dar la pelea para defender al radicalismo, y todo fue una especulación por un cargo”, protestó anoche De Loredo, quien reiteró que será candidato por la Liga Sumar. Los negristas manifestaron su desagrado por el tiempo que se tomó De Loredo para contestar y también lo acusaron de especular.
Conviene ir de a poco. En el último tiempo, apuntando a las primeras candidaturas de senador y de diputado nacional, Negri y De Loredo fueron simbióticos pero sin despejar la desconfianza mutua. ¿Se mantenía el acuerdo de la lista radical si lograba bajarse a Luis Juez del tramo senatorial para alcanzar la lista única de Juntos por el Cambio? ¿Y si el que caía era Gustavo Santos? Igual, ambos avanzaron juntos durante varios días.
Frente a ese panorama, Mestre había presionado para que Negri respete el pacto que los llevó a aliarse en la interna partidaria de marzo con el propósito de frenar el ímpetu, justamente, de De Loredo. Reclamó el tercer lugar de la lista de diputados advirtiendo que estaba haciendo el sacrificio de ir por debajo del actual concejal. Además, para echar más leña al fuego, trascendió que desde el macrismo le formularon una oferta a Sumar para olvidarse de Negri.
Ayer al mediodía corrió con fuerza la versión de que los planetas radicales se habían alineado, y que Negri sería el primer candidato a senador, De Loredo el primero a diputados y Mestre, el tercero. Pero fue un espejismo, que se quebró cuando llegaron noticias desde Buenos Aires que indicaban que el PRO bajaba a Juez, facilitando el acceso a una lista única. Negri, entonces, le hizo una oferta al PRO.
La alquimia producía el siguiente orden de candidatos: a senadores nacionales: 1º) Mario Negri, 2º) Una juecista; a diputados nacionales: 1º) Gustavo Santos, 2º) Laura Rodríguez Machado, 3º) Rodrigo de Loredo, 4º) Una mestrista (probablemente del interior); 5º) Ramón Mestre.
Estas listas indicaron beneficiados y perjudicados. Claramente, Negri y Santos están entre los primeros; Juez y De Loredo, entre los segundos; Mestre, empatado, porque tercero en una lista radical pura, y quinto en una lista única son valores equivalentes.
De Loredo –que quiere sí o sí la cabeza de la lista de diputados porque al tres lo obtiene, según las encuestas, por sus propias fuerzas en una elección- anunció que Sumar irá a las PASO, y eludió confirmar si buscará un acuerdo con Juez, pero tampoco lo descartó. Es lógico que los que no están incluidos en la lista propuesta busquen una alternativa mejor. Pero un binomio Juez-De Loredo no sería bien digerido por los otros dos socios de Sumar, Los Javieres Bee Sellares y Fabre, que insisten con que De Loredo debe reencauzar el planteo inicial de volver a las lides con la lista que sorprendió con un muy buen resultado, pese a la derrota, en la interna de renovación de autoridades partidarias en la UCR.
La lista que Negri ofrece al PRO provocaría que los alfonsinistas Dante Rossi y Sergio Piguillem, junto a Juan Gait, armen sus propias nóminas para jugar en las PASO. Incluso, aseguran que tendrán intendentes que en el escenario de un radicalismo sin unidad se les incorporarían.
Mientras tanto, la Coalición Cívica-ARI pretende para Gregorio Hernández Maqueda el tercer lugar en una lista de unidad, y en cualquier caso nunca por debajo de Mestre, y también baraja la opción de armar su propia selección de candidatos para las primarias de septiembre.
Entonces, surge una nueva pregunta. Si Negri no puede garantizar la unidad del radicalismo, e incluso causa que Juez vaya con su propia lista a las PASO, ¿entonces es negocio para el PRO armar una lista mixta que no provoque la unidad? Podría ocurrir que la caída de Juez termine por arrastrar a Negri para levantar otra vez a Juez. Como por arte de birlibirloque, todo podría ocurrir en Juntos por el Cambio en los próximos dos días.
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