Con la reforma judicial pendiente del quorum que den entre dos y cuatro de los diputados del PJ Córdoba, según el punteo del oficialismo, que aseguran no votarán un proyecto “sin consenso”, el presidente Alberto Fernández anunció el 100% del financiamiento de la obra de saneamiento de Bajo Grande, en la ciudad Capital, y le recordó a Juan Schiaretti que están resolviendo “un problema que afecta a 600 mil cordobeses” capitalinos.
“Terminemos con esto de que Córdoba está aislada del resto del país. Los cordobeses son argentinos y cuando resolvemos los problemas de los cordobeses, resolvemos problemas de argentinos”, sostuvo el jefe de Estado, quien, desde que asumió, busca instalar la idea de un nuevo trato Nación-Córdoba y desmontar el concepto político de “cordobesismo”. “No sabes lo contento que me pone poder hacerlo juntos”, dijo AF, y agregó, tras llamar al gobernador por su apodo “Gringo”: “Para eso estamos gobernando, no para otra cosa”.
El presidente dijo estas palabras en la videoconferencia sobre obra pública, desde Olivos, en la que participaron el ministro del área, Gabriel Katopodis, y cinco gobernadores, entre ellos, Schiaretti.
El principal anuncio para Córdoba fue que el estado nacional se hará cargo del total del costo de la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Bajo Grande, la mayor obra que actualmente tiene en Enohsa en todo el país. Originalmente, la Nación se iba a hacer cargo del 66%. El avance físico actual es el 72%, y se estima su finalización para diciembre de 2020, según fuentes del Ministerio, que calculan una inversión de 4.500 millones. Esto, se suma a obras en la ruta 19, la 158, las inversiones en las universidades nacionales de la provincia.
Fuentes nacionales que hablaron con este diario descartaron que el especial énfasis que puso AF para referirse a Schiaretti tenga que ver con el tema que divide aguas entre el Frente de Todos y el gobierno de Córdoba: la reforma judicial. “Hay intención de superar la fragmentación, pero lejos de una lógica de apriete, porque en ese caso no se hubiera anunciado nada para córdoba”, argumentó un alto funcionario, que destacó que los diputados de Hacemos por Córdoba han dado señales públicas de no acompañar el proyecto presidencial de reforma.
Si bien es cierto que, off the record, los diputados cordobeses repiten el latiguillo “sin consenso no hay reforma”, en el Frente de Todos aseguran que las relaciones políticas con Córdoba son “muy buenas” vía Wado de Pedro en el Ejecutivo, y vía Sergio Massa y Máximo Kirchner en Diputados. Y se permiten dudas sobre la posición definitiva de los legisladores schiarettistas, sobre todo luego de los cambios instrumentados por el oficialismo en el Senado, ayer por la tarde. “Los acuerdos en general parecen cerradísimos”, aventuró una fuente albertista.
Es más, incluso especulan que la lavagnista Graciela Camaño podría cambiar de posición, pese a que su bloque de tres anunció el rechazo. Otra fuente manifestó como “probable” que luego de media sanción en la cámara alta, el proyecto “descanse” hasta el final de la pandemia, y recién llevarlo a Diputados en sesiones presenciales, donde el clima es otro. Además, con esto, se barrería el argumento opositor de que “no es momento” para estos cambios.
“Las obras no son un tema de apriete, es una relación institucional. Se busca una relación diferente con la provincia más allá del acuerdo de cúpulas”, insistió la fuente, y recordó que, en los territorios, los intendentes y funcionarios peronistas sienten a Alberto como su presidente y a Schiaretti como su gobernador (y no con la ruptura que se vivió durante los gobiernos de Cristina Kirchner, dijo), lo que sería todo un dato para la estrategia electoral del año próximo.
Lo que sí sorprendió en la Casa Rosada fue la efusividad del cordobés al agradecer a la Nación, no solo la obra cloacal, sino las que se ejecutan en la autopista Córdoba-San Francisco (ruta 19), por las que, según fuentes nacionales, ingresa a la provincia un flujo diario de $ 300 millones. Tras ponderar el financiamiento total de la obra de saneamiento, Schiaretti dijo que “la Nación se puso al día y la obra va a buen ritmo”. Tal vez acostumbrados al laconismo del gobernador, destacaron “la ampliación del agradecimiento”.
Quien también destacó el impulso a Bajo Grande fue el intendente capitalino Martín Llaryora, quien por la tarde anunció la licitación de red cloacal en la zona sur de la ciudad, con financiamiento provincia-municipio y créditos BID que tienen aval de la Nación.
Según el secretario de Obras Publicas de la Nación, Martin Gill, “Córdoba podrá hacer realidad una obra de envergadura que significará un gran avance en materia de saneamiento ambiental en la principal ciudad del interior de la Argentina". "La obra de colectores de la ciudad de Córdoba y la planta de Bajo Grande, inactiva desde 2008, son estratégicas para la ciudad, la provincia y el país. Se trata del segundo núcleo urbano más importante de la Argentina y permitirá ampliar las redes para la cobertura territorial en la ciudad y que los residuos cloacales de la capital de la provincia no se arrojen sin tratamiento al río Suquía”, remarcó.
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