El mapa interno de la Unión Cívica Radical quedó expuesto el fin de semana en Villa Giardino, adonde Rodrigo de Loredo fue la figura principal del retiro organizado por el alfonsinista Dante Rossi. Mario Negri y Ramón Mestre no participaron.
El radicalismo cordobés cierra el año con sus principales protagonistas alineados de la misma manera (no así algunos de los actores secundarios), pero la sartén ha cambiado de mano. En marzo pasado, Mario Negri y Ramón Mestre, los archirrivales del 2019, formaron una alianza para enfrentar a Rodrigo de Loredo, y lograron ganarle la elección interna de cargos partidarios, aunque por una diferencia tan ajustada que las señales de alarma y/o cambio, según quien las evaluara, resultaron evidentes. Tras las PASO de septiembre y las elecciones generales de noviembre, De Loredo sacó músculos y los otros quedaron debilitados.
El encuentro en el hotel Luz y Fuerza de Villa Giardino mostró a De Loredo como el principal referente de todos aquellos que concurrieron a las jornadas de debate. Y no casualmente faltaron Negri y Mestre. ¿Por qué? El organizador del evento fue el alfonsinista Dante Rossi, quien consiguió que el radicalismo, o al menos una gran parte, se reuniera a celebrar y analizar la victoria. Cuentan en el “pandeloredismo” que la idea inicial fue que el Comité Central realice el tradicional retiro en Villa Giardino, pero frente a la falta de entusiasmo se decidió por impulsarlo desde el grupo Identidad Radical.
Negri y Mestre recibieron sus invitaciones la semana pasada, aunque con los paneles de oradores ya cerrados y ellos no formaban parte de ninguno. Pareció un llamado protocolar, pero con más ganas de que la respuesta fuera, finalmente, el no de ambos. Tampoco, por cierto, ellos tenían ganas de formar la claque de De Loredo. O sea: unos no querían ir, y otros no querían que aquellos fueran.
En el entorno de Negri aseguraron que el diputado no estaría en Córdoba durante el viernes y el sábado, mientras que Mestre se justificó con un problema de agenda, que habrá sido el almuerzo que compartió en el norte con dirigentes de Tulumba, Río Seco y Sobremonte.
Sí formó parte de unos de los paneles la diputada Soledad Carrizo, mestrista; en cambio, sorpresivamente faltó el presidente del Comité Central, el negrista Marcos Carasso, quien estaba anunciado, pero adujo que debía atender cuestiones en General Cabrera.
No sorprendería que Carasso haya recibido un pedido de Negri para que se ausentase, porque después de todo el entrerriano y De Loredo están enfrentados por la conducción del bloque de la UCR en la Cámara de Diputados. Precisamente en las últimas horas trascendió que, si los diputados que juegan en el esquema de Martín Lousteau deciden formar un bloque propio dentro de Juntos por el Cambio, De Loredo podría ser el presidente. Demasiada tirantez entre negrismo y deloredismo como para compartir una velada política.
Un dirigente que pasó unas horas en Villa Giardino hizo este resumen: “Negri y Mestre quieren invisibilizar la victoria de De Loredo tanto como les sea posible, y De Loredo le quiere sacar el jugo al máximo”.
Otro que faltó fue Miguel Nicolás, el referente de Fuerza Renovadora que es un aliado de De Loredo, pero en voz baja para evitar chisporroteos se explicó su ausencia más que nada por diferencias con los organizadores.
Con De Loredo estuvieron los alfonsinistas de Identidad Radical y Asamblea Radical, los grupos que lideran Dante Rossi y Sergio Piguillem, los ex mestristas de Consenso -no Javier Bee Sellares, de viaje por Corrientes, pero sí dirigentes de su sector, entre ellos el presidente del bloque de legisladores Juntos por el Cambio, Orlando Arduh- y piezas recién desprendidas del mestrismo, como el titular del bloque radical, Marcelo Cossar. Por supuesto, se anotaron los intendentes de Río Tercero, Marcos Ferrer, y de Hernando, Gustavo Botasso, entre otros.
También enviaron video-mensajes de adhesión Luis Juez, Gregorio Hernández Maqueda y Héctor Baldassi, por el Frente Cívico, la Coalición Cívica-ARI y el PRO.
En su discurso, De Loredo sostuvo que Juntos por el Cambio cumplió con el objetivo de ponerle un límite al kirchnerismo, pero que ahora es momento de anotar nuevas tareas en la agenda: vencer al peronismo en las elecciones provinciales y municipales, en 2023.
Por ello dijo, y coincidieron todos los que hablaron en Villa Giardino, es clave mantenerse unidos, para lo cual deberán enfrentar los esfuerzos que hará el peronismo cordobés para despedazarlos, tanto a nivel de la alianza como dentro del partido. Incluso, advirtió que el PJ financiaría esa división.
Luego hizo una puntillosa descripción del modelo político y económico vigente desde 1999 en Córdoba, y tanto rigor en la cuestión en la provincial llevó a algunos a confesar más tarde que les pareció ver a De Loredo enfocado en la carrera hacia el Panal, más que por el Palacio 6 de Julio.
Tu opinión enriquece este artículo: