Gobernando un castillo de naipes sin esperanzas

(Por Pablo Esteban Dávila) La pasada fue una auténtica semana trágica para el gobierno de Alberto Fernández y, huelga decirlo, para toda la Argentina. A la renuncia de Martín Guzmán le siguieron una serie de desesperantes cabildeos que paralizaron la designación de su reemplazante por cerca de 48 horas, generando una suerte de pánico colectivo y una ola de remarcaciones de precios. Se tejieron múltiples especulaciones: desde la asunción de Sergio Massa a la jefatura de Gabinete con plenos poderes para el manejo del área económica hasta una posible renuncia del primer mandatario. Al final, se optó por Silvina Batakis, una solución de transición entre los deseos de Cristina y las urgencias del presidente.

Image description

En los últimos días mucho se ha escrito sobre aquellas horas de desasosiego. Revelan el grado de descomposición del Frente de Todos y la incertidumbre que rodea la gestión de Fernández. Para ilustrar sobre lo grotesco de la situación solo repárese que, el fin de semana pasado, hubo más contactos entre el presidente y su vice que en los dos años y medio que el primero lleva en la Casa Rosada. También existió mucho de perversidad: tras haber esmerilado públicamente durante meses al ahora exministro de Economía, la propia Cristina le endilgó un “acto de inmensa responsabilidad política” por haber renunciado de la forma en que lo hizo.

Son escenas de una decadencia profunda, con el agravante que la marcha general del país no permite albergar ninguna clase de optimismo. Con la sola excepción de los precios internacionales de las exportaciones agrícolas, el resto son todas malas noticias. Sin embargo, lo más preocupante es la falta de rumbo del gobierno, un déficit que, a medida que se profundiza la crisis económica, se hace cada vez más evidente.

En semejante contexto, la llegada de Batakis es casi una anécdota. Excepto tratar de cumplir con el FMI (la única directriz presidencial resistida, sin embargo, por Cristina) no existe ninguna hoja de ruta para orientar las tareas de la nueva ministra. Además, el hecho de que su llegada haya sido meramente una transacción entre dos personas que se detestan no abriga ninguna esperanza de redención. Es ya un lugar común afirmar que la vicepresidente desea imprimir a la economía una deriva que profundice sus actuales distorsiones. Desde incrementar el ritmo de la emisión monetaria para mantener subsidios a las tarifas energéticas hasta renegociar el acuerdo suscripto por Guzmán con el Fondo, todo lo que pretendería llevar adelante si pudiera hacerlo colisiona con lo que Batakis intuye que hay que hacer.

El problema para ella es que no sabe exactamente a quien debe obedecer. Es cierto que el presidente le pidió (y ella aceptó) que respetara el programa económico que estaba llevando adelante, pero cualquiera sabe que no hay tal cosa, excepto los lineamientos pactados con el FMI que, por otra parte, ya se encuentran infringidos. No obstante, cumplir con este compromiso p podría traerle problemas con la vicepresidenta, quien ya ha probado tener un poder de veto imposible de soslayar. Así las cosas, la ministra de Economía se encuentra en la posición de un surfista que debe mantenerse al tope de olas caprichosas y sobre la cuales tiene escasa injerencia.

Esto significa que Batakis puede sufrir la suerte de su predecesor en un ciclo mucho más corto, sumando una nueva frustración que, con los antecedentes disponibles, podría ser fatal. Para agravar las cosas, todo indica que los fusibles han desaparecido y que el propio presidente se ha colocado en esta posición por una mezcla de estulticia e insanable impericia personal.

Alberto tuvo una oportunidad dorada para evitar caer en esta situación límite. Solo debía encomendarla a Massa que se hiciera cargo del gobierno, al estilo de un primer ministro. El titular de la Cámara de Diputados había hecho público sus deseos de ayudarlo no precisamente por altruismo sino porque advertía que, de llevar adelante tal encomienda con un mínimo de solvencia, estaría en condiciones de reclamar la candidatura presidencial dentro de la coalición oficialista.

No era un mal plan, especialmente considerando lo que sucedió después. A pesar de sus múltiples meandros políticos, Massa no deja de ser un centrista con una visión realista de la economía y con buenos contactos con la oposición. Si efectivamente su hubiera hecho cargo de las áreas que reclamaba para sí, al menos habría existido algo parecido a un plan y, sin predecir su éxito, este hubiera sido formulado en la dirección correcta.

Pero el presidente no se atrevió a dar este paso, tal vez el único que le quedaba. La reticencia puede explicarse tanto por el temor a Cristina como a su propia vanidad, puesto que ungir al tigrense habría sido confesar su virtual abdicación al cargo que ocupa. Por extraño que parezca, Alberto todavía insiste en querer demostrar que la autoridad le pertenece y que solo él toma las decisiones, por estas horas una auténtica ensoñación.

No hay dudas que se trata de un castillo de naipes, único distrito que Fernández imagina estar gobernando. Toda su gestión pende de un hilo y descansa, con las reservas del caso, sobre algún as en la manga que pudiera tener Batakis. Y nadie, ni siquiera el puñado de incondicionales que lo rodea, se atreve a asegurar que “la griega” esconda alguna carta ganadora.

Esta certeza o, mejor dicho, la carencia de algo parecido a la certidumbre da pie para especular sobre la inminencia de un próximo bucle temporal. Si la economía no mejora las presiones sobre Batakis se harán insoportables y, como se ha dicho, esta vez ya no existen chivos expiatorios. Al acordar con Cristina y desechar la alternativa de Massa, Fernández se ha puesto a sí mismo en la primera línea de fuego. Y, por más buena voluntad que se ponga, ya es difícil imaginar su sobrevivencia a una nueva renuncia en su gabinete.

Épocas aciagas si las hay. Por ahora, el sistema político ha respondido con solidez, al punto tal que parece haber más compromiso en la oposición respecto a la viabilidad de la gestión que en el propio Frente de Todos. Anida en ella la convicción de que si Cristina fuese quien reemplazase al presidente todo iría peor, lo que ya es mucho decir. Esto produce una situación paradojal: aunque se asume en forma unánime que el de Alberto es un gobierno sin esperanzas, es preferible que continúe la presente agonía antes de enfrentarse con dilemas mucho peores, al menos hasta el próximo turno electoral.

El asunto es que la oposición puede pretender una cosa y la sociedad otra muy diferente; en este sentido, tal vez la paciencia popular sea bastante más corta que la manifestada hasta ahora por la dirigencia en su conjunto. Las crisis, como ha comprobado, pueden incoarse durante mucho tiempo y precipitarse a la velocidad del rayo sin que nadie, llegado el caso, pueda hacer mucho para evitarlas.

Tu opinión enriquece este artículo:

A los "pituquitos de Recoleta" (y a los "carrasquitos") les conviene vender y mudarse a Córdoba (a cuánto el m2 en las principales ciudades)

Los habitantes de los barrios más “pituquitos” de Buenos Aires, enfrentan un panorama inmobiliario que podría invitarlos a considerar nuevas opciones residenciales. ¿Por qué? Simple. Según el último relevamiento de ZonaProp y la Universidad Di Tella, los precios de los inmuebles ahí suben un 3% en dólares, mientras que caen un 33% en pesos ajustados por inflación, destacando la volatilidad y la compleja economía argentina. Buenos Aires se posiciona como la sexta ciudad más cara de América Latina en términos de precio por metro cuadrado. La primera es Montevideo. ¿Y si se mudan a Córdoba?

 

El que sale a la hora 16 (y a otras horas, también): cómo opera y qué recorridos realiza el Tren de las Sierras (el tramo más caro a $ 160)

(Por Rocío Vexenat) Citando al gran Pappo Napolitano en su famosa canción "el Tren de las 16" (y tarareada por el mismísimo Pepe Argento en un capítulo de Casados con Hijos), el Tren de las Sierras es un servicio turístico que recorre todo el Valle de Punilla en la provincia de Córdoba. ¿Solo sale a las 16? No, tiene varias frecuencias, recorridos y horarios, y su particularidad es el tan bajo costo que tienen los pasajes a sus respectivos destinos. En la nota te cuento un poco más.

Casa FOA, la vidriera de Proaco para acercar marcas a Pocito Mall (el shopping abriría sus puertas a fin de año)

(Por Soledad Huespe) Mañana abre sus puertas al público Casa FOA, la segunda edición federal de la muestra de diseño y arquitectura más importante del país. La sede elegida es Pocito Social Life, el mega emprendimiento de Grupo Proaco. La apuesta de la desarrollista es grande: esperan que sea el empujón para que Pocito Mall (el shopping que se emplazará en el primer y segundo piso de la torre que asoma sobre Vélez Sarsfield) abra sus puertas en diciembre de 2024. Mano a mano con Lucas Salim, en el primer estudio de streaming montado en una muestra de FOA.

¿Disney o fiesta de 15?: con un dólar estable cuánto sale hoy el viaje mágico y soñado (mano a mano con Juan Toselli)

(Por Diana Lorenzatti) El dólar hizo la “plancha” y las quinceañeras la hacen en Cocoa Beach, una de las paradas incluidas en el viaje a Disney que ofrece la operadora cordobesa Toselli. En esta coyuntura, cómo repuntó este viaje soñado -a pesar de la crisis económica- y cuánto sale hoy. Lo comparamos con el que hacen a Europa, en este mano a mano con Juan Toselli.

De Caroya a Bariloche: una escuela local aumenta la producción de conservas y dulces (y las coloca en ciudades de turismo “caliente”)

(Por María Rosa Ponce) Bajo un cuidadoso proceso de selección de materia prima y elaboración EFA, incrementó su producción a 3 mil litros/botellas mensuales de tomate triturado y consiguió ubicar sus dulces en Bariloche, Mar del Plata y otros destinos masivos. Higos, peras, durazno y frutilla entre las mermeladas seleccionadas. Sumarán  frutas en almíbar y pickles. 

 

Nala Masa Madre, el emprendimiento “de la Villa” de panes y pastelería artesanal (agroecológica y natural)

Victoria Vera es la creadora de este proyecto que tiene más de 10 años de trabajo, esfuerzo y aprendizaje. ¿Qué elabora? Todo tipo de panes, panificados y hasta avena con masa madre, este fermento que fue tendencia en la pandemia (pero que tiene muchos años de uso), y que tiene muchos beneficios a la hora de consumirlo por todas sus buenas propiedades. ¿Conocemos un poco más? Seguí leyendo la nota.

Pampita es “nuevocentrista”: pasó por Nuevocentro Shopping y reveló qué tiene que tener una marca (para trabajar con ella)

La reconocida modelo y conductora argentina Carolina "Pampita" Ardohain compartió una tarde con más de 70 mujeres en Nuevocentro Shopping para hablar sobre su vida personal y profesional. Fue invitada en el marco de la nueva campaña del shopping: “Nuevocentristas”. InfoNegocios estuvo presente y aprovechamos la oportunidad para preguntarle acerca de su marca personal, su sostenibilidad en el tiempo y el impacto en el mundo de los negocios.