Todo o casi todo el arco político local comparte el discurso crítico contra el kirchnerismo, algo que es patrimonio común a las dos ofertas cambiemitas y al schiarettismo pero, obvio, no al tándem kirchnerista Caserio-Gill. El antikirchnerismo es fértil donde también lo son la soja, el maíz y el maní. Otra coincidencia pero parcial es que la llave Negri-Santos (de manera preponderante por mérito del primero) es eminentemente territorial, como lo es el peronismo cordobés tras un ciclo de 22 años ininterrumpido en el poder.
Pero esta virtud no la comparte la llave Juez- De Loredo. El segundo es un recién llegado a la política que se ha ido instalando en el electorado al mismo ritmo que, en el partido radical, se hacen famosas sus deslealtades (para precisiones, consultar a Javier Bee Sellares). Luis Juez, en cambio, es celebérrimo por su raquitismo territorial, las carencias de su estructura territorial y su consistencia mediática. (Apunte: serán 8874 mesas habilitadas con sus respectivos fiscales).
Pero de los dos duelos internos, el más interesante como espectáculo es, por lejos, el del peronismo. No son boletas sumables en la tenida definitiva del 14 de noviembre. Por el contrario, podría retirar a Caserio de la política y colocar a Juan Schiaretti como, por lo menos, elector importante en 2023.
Pongamos como ejemplo de comportamiento en el interior, para las dos ofertas peronistas, el Departamento Rio Cuarto, corazón de la pampa sojera. El municipio capital, segundo centro urbano de la provincia, fue retenido por Juan Manuel Llamosas. Su reelección fue por un resultado ajustado pero claro (5%) en el primer año de pandemia. El domingo será muy distinto: los riocuartenses irán a las urnas con el padrón completo con las dos dosis de vacuna (75% del total de la población).
En esta ciudad el dueto cambiemita Juez-De Loredo mide bien, pero este distrito es relativamente fácil de manejar (un damero, si se pudiera de 70 cuadras de lado). Pero este departamento tiene 100 mil habitantes más dispersos en su vasto y rico territorio, con población rural, municipios chicos y pequeñas comunas. Su electorado, conservador y previsible, es habitualmente reacio a las novedades.
José Manuel de la Sota nació y vivió en Córdoba, pero cuando murió era vecino de Rio Cuarto. Su apellido pesa y es Natalia el motorcito de tracción de la fórmula de HpC.
El sábado pasado se realizó en Rio Cuarto su famosa muestra ganadera, la más importante de la provincia. Toda la cancha quedó para el schiarettismo, que puso allí a su ministro de Agricultura, Sergio Busso, que compartió palco con la Mesa de Enlace, que nuclea a las principales entidades agropecuarias del país. Hubo dos ausencias, una inexplicable y la otra culposa: la alianza cambiemita y el kirchnerismo, en uno y otro caso.
Es difícil para Caserio y Gill integrar un gobierno nacional y, a su vez, buscar votos en el interior sojero.
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