Finalmente ocurrió lo que la dirigenciacordobesa esperaba. El precandidato a senador de Cambiando Juntos, Luis Juez, lanzó el primer uppercut de la campaña por las Paso. El golpe fue directamente al mentón de su rival interno de Juntos por Córdoba, Mario Negri.
“Yo no voy al Senado a jubilarme, voy a enfrentar a Cristina”, rellenó los vacíos especulativos que se hacen en los mentideros de la política local sobre las motivaciones que llevaron al radical a lanzarse a la pelea por un escaño en la que definió “la madriguera” de la vicepresidenta de la Nación. La decisión (éxito electoral mediante) supone abandonar la conducción del interbloque Cambiemos en Diputados, un rol que le dio trascendencia nacional y el reconocimiento de pares por el desafío de mantener unido al principal conglomerado opositor de país.
Juez decidió reducir la apuesta del exvicegobernador a un plan de retiro, apelando a las representaciones de aquellos ciudadanos que ven la política como pymes familiares. Ahora bien, conviene remarcar cierta coherencia al excandidato a intendente: alguna vez definió al Senado como una hamaca paraguaya.
El compañero de lista de Rodrigo de Loredo levantó la temperatura de sus declaraciones en el marco de una entrevista que brindó ayer al diario La Voz de San Justo. Si bien el texto periodístico no está recogida esta declaración, Juez subió un Reel a Instagram que contiene la frase jubilatoria que cayó pesada en el grupo de precandidatos liderados por Negri y Gustavo Santos, los preferidos de Mauricio Macri.
En ese mismo video hubo un dardo para Ramón Mestre, tercero en la lista de diputados apadrinados por el exmandatario nacional. “Si vos querés combatir la corrupción desde la Cámara de Diputados tenés que elegir si querés hacerlo con Mestre o con De Loredo”, disparó.
A esta altura, hay poco que agregar. Juez decidió jugar más fuerte y asumir la ofensiva que, hasta el lunes pasado, había sido responsabilidad de los enviados nacionales de la boleta patricia. Un ejemplo fue la visita del alfil de Patricia Bullrich, Florencia Arietto, que en su paso por Córdoba cuestionó el apoyo de Macri, tildó a Negri de “tibio” y les enrostró a los macristas de Juntos por Córdoba que la juventud partidaria apoya el binomio Juez-De Loredo. A todo esto, los apuntalados cuidaban las formas. Hasta hace algunas horas, debía ser una campaña sin golpes bajos, de heridas superficiales que alcanzaran a cicatrizar para la general.
Como si fuera poco, Juez se mostró poco optimista sobre la unidad de Juntos por el Cambio. “Eso va a depender en gran medida de cómo administramos los egos. Si tuviéramos una conducción definida, que es fruto de haber perdido el poder, seguramente todos le hubiesen dicho a Negri 'quédate donde estás porque no podemos correr el riesgo de tener una interna en el interbloque'. Pero bueno, algunos creen que pueden hacer cualquier cosa. No obstante, eso se va a alinear si queremos volver al poder”, dijo Juez al respecto al diario de San Francisco.
Y profundizó en las críticas: “Ahora, si no queremos volver al poder y que la gente está condenada a vivir esta locura que es el kirchnerismo será otra cosa. No da lo mismo Luis Juez que Mario Negri, sobre todo para el momento que la Argentina está requiriendo. Por eso somos la versión más fuerte de Cambiemos en momentos en que la gente quiere ser representada”.
“Dato mata relato”
El precandidato a senador auspiciado por Bullrich cerró la mesa de apuestas de los aliados que esperaban su verborragia más temprano que tarde. Ahora bien, en el campamento negrista no se lo dejaron pasar. Incluso, trascendió que ya tenían preparada la artillería, lista para usar, apenas el predecible Juez hiciera lo propio. Dejaron pasar algunas declaraciones menores para ser coherente con la aseveración de Negri que plantea que el enemigo es el kirchnerismo y no está en Juntos por el Cambio.
Ayer, llegó el momento de la réplica premeditada.El designado para el contragolpe fue el concejal de Las Varillas, precandidato suplente en la lista de Juntos por Córdoba, Lucas Marenchino. Juez y la actual senadora amarilla, Laura Rodríguez Machado, fueron los atendidos bajo es hashtag en Twitter “Dato mata relato”.
Con el objetivo de demostrar que Juez y sus precandidatos no representarían la versión más fuerte de Juntos por el Cambio, el vocero de ocasión de Negri expuso: “Juez se ausentó al momento de rechazar la ley debiocombustibles que tanto daño hace a Córdoba. Laura Rodríguez Machado se abstuvo de rechazar el pliego de Roberto Boico, abogado de Justicia Legítima que Cristina Fernández eligió para la Cámara Federal. ¿Esa es la versión más fuerte?”
Documentando con capturas, versiones taquigráficas de la sesión y recortes audiovisuales, siguió: “Sesión del 11/3 en el Senado. Laura Rodríguez Machado vota afirmativo otros pliegos y se abstiene en el de Roberto Boico, propuesto por el kirchnerismo por ser exabogado defensor de Cristina Kirchner. Otros senadores como Julio Cobos o Luis Naidenoff lo rechazaron. ¿De qué Cambiemos fuerte hablan?”.
No conforme, el edil negrista profundizó en el voto de la senadora patricia: “Mirá, Laura Machado, en la sesión del 11 de marzo dijiste que no votarías el pliego del abogado que pidió Cristina Kirchner pero después te abstuviste. ¿Eso es tibieza (o favor)?Otros senadores de JxC lo rechazaron. Eso es coraje. Igual que el Senador juecista Ernesto Martínez”, repartió para todos Marenchino en su momento de fama.
Y la catarata de tuits continuó. Luego de la captura del titular de Ámbito “Memorando con Irán: Abogados de Cristina Kirchner piden sobreseer a todos los acusados”, el repartidor negrista asestó otro golpe a la autoridad nacional del PRO: “¿Ves Laura Machado? Hoy los abogados que reemplazaron al que vos no rechazaste y ahora es juez, pidieron sobreseer a Cristina Kirchner. Muuuuucha (sic) fuerza y coraje no tuviste contra ella,¿no?”.
Juez pegó, pero la réplica negrista buscó tener un efecto expansivo en los miembros de Cambiando Juntos. Lo cierto es que el malestar atravesaba anoche todas las expresiones de la alianza que promete ser la ganadora en noviembre, pero que turno electoral, tras turno electoral demuestra que no supera sus diferencias de origen.
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