Ante unos 500 empresarios Carlos Melconian, encabezó el almuerzo de festejo de los 45 años de la Fundación Mediterránea. Con el acento puesto sobre las reuniones que la ministra Silvina Batakis mantiene en Washington en estos días, planteó que “habrá una presión muy fuerte” por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) que será “más que el control de daños” de los que habló Batakis. Incluso, señaló que seguramente el organismo pediría -a su manera y en sus términos- una devaluación.
El economista, quien preside el Ieral de la Fundación Mediterránea y en esa posición viene manteniendo reuniones con gobernadores, legisladores e incluso con la vicepresidenta Cristina Kirchner, señaló que el desembolso de setiembre de US$4000 millones del FMI acordado puede no ingresar al país: “Si no hay ajuste esos US$4000 millones no van a entrar; sino barajamos y damos de nuevo este programa, ese dinero no va a entrar. La nueva exigencia será volver a la ruta de los números fiscales, monetarios y externos”.
El economista afirmó que entienden que “hay un riesgo político no institucional, la democracia tiene que encontrar una solución a la economía”; aclaró que no le resta importancia al problema político.
“Hay situaciones de aceleraciones explosivas el tipo de cambio era muy bajo; llegaba un ministro que hacía una devaluación importante y la tasa de inflación explota en dos meses -describió-. Hay aceleraciones no explosivas, que es posible. La tasa de inflación tarda. En el post Sigaut la inflación pasó de 80% a 130% el año siguiente. ¿Si pasará de 90% a 140% es crisis? ¿Si le dicen eso, compran?. La aceleración explosiva es evitable. No tiene nada que ver esto con la crisis del 2001″.
Indicó que si la Argentina hubiera mantenido la “inserción internacional de hace seis décadas, debería estar exportando seis dígitos. La exportación y lo que llamamos ‘festival de importación’ son datos raquíticos en un país raquítico y decadente”. Después de analizar todas las variables posibles para mejorar la existencia de dólares, fue cuando apuntó que en el FMI “deben estar discutiendo ‘“Che, tengo una idea...¿y si devalúas?’”.
A su entender, “hay un riesgo cambiario, un riesgo de la deuda en pesos, uno fiscal que hay que monitorear”. Sobre ese punto indicó que es un “disparate” promover un salario básico universal. “No han hecho ni las cuentas; cómo con un déficit de $2,5 billones voy a entrar en un gasto de $1 billón; es una pelea política interna”.
Antes del economista fue el turno de María Pía Astori, presidenta de la Fundación Mediterránea. En un tono duro dijo que la Argentina tiene un “riesgo país de una nación en default; una tremenda inflación que afecta a todos y más a los más pobres; los bonos que valen cada vez menos”. “Los empresarios no sabemos si vender o no; hay restricciones de todo tipo que nos invitan a producir cada vez menos. Estamos todos cansados de andar sin rumbo; en vez de estar concentrados en producir tenemos que estudiar finanzas y sortear trabas”, subrayó.
Resaltó que desde el Ieral “haremos un gran aporte” y pasó a contar que Melconian “está haciendo plan de ordenamiento económico que piensa en los primeros 20 días, 20 semanas y 20 meses con la convicción de que hay que tenerlo vigente por 20 años”. Enfatizó: “Somos los únicos que estamos trabajando en un plan” pero advirtió que para ponerlo en marcha se requieren de “acuerdos políticos básicos y necesarios”.
Melconian sostuvo que el 14 de noviembre de 2021 fue el “punto de inflexión” de este Gobierno. “Fue cuando esta administración empezaba a durar para llegar”, concepto que describió como “pelearse menos o no pelear más; reprimir subas, controlar la inflación”. Todo lo que “no alcanza para ganar una elección”. Para adelante dijo que “muy probablemente nos espere la aceleración del deterioro”.
“La suerte de cómo continúe la política vendrá de cómo siga lo económico”, agregó. Definió las etapas que vienen: de ahora hasta el verano “con Qatar en el medio”; 150 días hasta las PASO y desde las PASO hasta el cambio de gestión.
Tu opinión enriquece este artículo: