El debate dirigencial concluyó con un documento, pomposamente denominado “manifiesto”, que ratifica ideas que comparten casi todos los núcleos internos de la UCR: el radicalismo cordobés tiene vocación aliancista y debe liderar la coalición Juntos por el Cambio. También, por supuesto, incluyó un llamado a la unidad.
“El camino es, desde la unidad necesaria, fortalecer el sesgo radical de un frente electoral. Hay que radicalizar Cambiemos, fortaleciendo nuestras fuerzas y participación en un frente electoral que rompa con esta estafa, que desenmascare las falsas opciones, en definitiva, que supere la anomia social en la que vivimos, que somete a la argentina de esta situación de estancamiento y pobreza”, sostiene el documento final del encuentro del que participaron más de 600 dirigentes y militantes de la UCR.
Y en un párrafo para que se haga cargo quien corresponda (todos pensarán que es el otro), el comunicado recalca que “ya no hay más lugar para personalismos vacíos, para atajos, para simplificaciones cortoplacistas, para zancadillas baratas, en nuestras manos, bajo nuestra responsabilidad se encuentra, que ocurrirá con el futuro de la Argentina y de nuestro partido”.
En el debate expusieron el titular del Comité Central, los presidentes departamentales y los jefes de los ocho núcleos internos, entre otros, por lo que la lista de oradores alcanzó a casi todos los protagonistas centrales de la vida partidaria, como Mario Negri, Ramón Mestre y Rodrigo de Loredo.
El negrista Carasso había expresado, el miércoles pasado, venía “auscultando” la opinión de la dirigencia provincial, y que de su exploración resultaba que para el sábado, la mayoría pretendía expresar que “esté todo el partido representado en una misma lista”, para luego negociar con los aliados de Juntos por el Cambio o, llegado el caso, competir en las PASO de septiembre.
La opinión del negrismo no encontró eco en los socios alfonsinistas que tuvieron en Convergencia para las internas de marzo, ya que Dante Rossi y Sergio Piguillem, de Identidad Radical y Asamblea Radical, respectivamente, han subrayado que quieren medirse con los demás en las PASO, con la candidatura a diputado nacional del primero de ellos.
Ni qué decir de la Liga Sumar, que reúne a deloredistas, angelocistas, ex mestristas, nicolacistas e intendentes del interior. Los sumandos dieron a conocer un comunicado el viernes para frenar el ímpetu negrista, bajo la sospecha de que el diputado nacional podía usar el “Giardino virtual” para vender al macrismo un partido unido bajo su mando.
El documento de Sumar señala el mismo espíritu aliancista y la decisión de que la UCR sea protagonista, aunque no con los jugadores de siempre, y enfatizó que quiere encabezar una renovación que podría darse en las PASO.
“En el 2021 el radicalismo no puede volver a invertir en proyectos personales para roles parlamentarios. Indefectiblemente este proceso de renovación tiene que ponerle un freno al kirchnerismo e involucrar hasta el último de los radicales y espacios ciudadanos para recuperar la ciudad y la provincia en 2023”, dice en un párrafo que no tiene nombre ni apellido para que parece referirse indudablemente al seis veces electo diputado nacional, Mario Negri. Y por si quedaba alguna duda: “Con los mismos, el partido continuará estancado y dándole la espalda a los principales reclamos de los vecinos”.
El texto es firmado por los referentes de los grupos que integran Sumar (De Loredo, Javier Fabre, Javier Bee Sellares, Miguel Nicolás) y por nueve presidentes departamentales, además del titular del bloque de legisladores de Juntos por el Cambio, Orlando Arduh. Además, suscribió el máximo referente de Córdoba con Todos, Juan Gait.
Rumbo al cierre de listas, para lo que falta menos de un mes, ahora deberán apurarse las negociaciones dentro de la UCR y con los socios de Juntos para el Cambio.
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