La hora fue señalada. El 6 de abril próximo perime el plazo para que el justicialismo defina una lista de unidad o, si las negociaciones no llegan a buen puerto, cada facción arme la boleta con la que competirá en elecciones internas. Y aunque el primer escenario es por lejos el más probable, no puede descartarse el segundo. Más aún, podría darse una síntesis de los dos, quedando las internas habilitadas en un puñado de departamentos en los que no las tratativas se estanquen.
Tal no parece ser el caso de la Capital. Aunque el albertismo trabaja en la ciudad para crecer y negociar, no plantearía al oficialismo una disputa por su liderazgo en un bastión que, bajo la conducción de Alejandra Vigo, funciona perfectamente. Con lo cual lo más probable es que la negociación por los cargos partidarios en la ciudad quede reducida a una negociación entre la primera dama provincial y el intendente Martin Llaryora, con alguna incidencia del albertismo que podrá ser menor o mayor según evolucione la situación en las próximas semanas.
En este marco general, debe decirse que algunos de los puestos más preciados por los dirigentes citadinos son las presidencias de cada seccional, que actualmente están bajo el control de los presidentes electos en 2015 pero que, tras la instauración de un esquema de coordinadores para revertir los adversos resultados electorales que se sucedieron hasta mayo de 2019, han crecido en desarrollo territorial y podrían demandar cambios en su conducción que reflejen estas novedades.
En la seccional 1ra, que actualmente preside Alejandro Girón, la palabra de Claudia Martínez y Juan Manuel Cid tendría gran incidencia en la elección de su sucesor o, llegado el caso, de su continuidad. En la seccional 2da, en principio seguiría Jorge Ricardo Tuschi, y en la 3ra quedaría Marcos Vázquez, un llaryorista puro que además ocupa una banca por el oficialismo en el Concejo Deliberante.
En la seccional 4ta Cristina Pereyra renovaría, y en la 5ta habría un pulso planteado entre la concejala Natalia Quiñonez y la actual presidenta, Noemí Gallo.
En la seccional 6ta, que desde 2015 preside Raúl la Cava, pasaría a presidir Ana María Papa, directora de bloque de Hacemos por Córdoba en el Concejo Deliberante y madre del actual secretario de Políticas Sociales, Inclusión y Convivencia de la Municipalidad. La Cava, por su peso, pasaría a un lugar de mayor importancia dentro del esquema del PJ Capitalino.
En la seccional 7ma no habría competidores serios para Sebastián Baigorri, que repetiría. Y en las seccional 8va tampoco habría cambios: Augusto Cámara, viguista puro y actual subdirector del CPC Pueyrredón, seguiría en el cargo.
En la seccional 9na habría una disputa abierta entre dos viguistas: Mario López Amaya, actual presidente, y Ariel Ramos.
En la seccional 10ma, nada obstaría a que Diego Casado -concejal del oficialismo- retuviera el puesto, y en la 11va, Mario Di Franchesca sería un aspirante serio a disputarle el puesto al actual presidente, Walter Tom Ramallo.
En la seccional 12va lo más probable es que Pablo Ovejeros -concejal y estrecho colaborador de Alejandra Vigo- retenga el puesto o que, en su defecto, el lugar quede para Carolina Martin, directora del CPC Chalet San Felipe. Sin embargo Guillermo Kraisman también aspira a quedarse con la Presidencia.
En la seccional 13va seguiría su presidente, Martín Córdoba, y en la 14va, que actualmente preside Carlos Mercado, de no continuar él seguiría su hija, la edil oficialista Érica Mercado.
Esta es la postal preliminar pero, desde luego, nos separa casi un mes del cierre de listas, con lo cual en las próximas semanas podría haber más de una novedad.
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