“Somos”, así se titula la campaña nacional del PRO para el tiempo de precalentamiento electoral. Está integrada por una serie de piezas audiovisuales que, hasta el más desprevenido, puede reconocer los elementos de la estética identitaria del partido de Mauricio Macri. La imagen es cuidada, el entorno despojado, la composición permite centrar la atención en el protagonista que contará por qué eligió la política para cambiar las cosas.
Como evidencia la rápida enumeración de las características de los videos, todo permite suponer que los referentes del partido -hoy capitaneado en lo formal por la ultrama crista Patricia Bullrich, pero con fuerte participación en las decisiones de Horacio Rodríguez Larreta- resolvieron apelar a la memoria visual y emotiva de esa porción del electorado que apostó a quienes prometieron una nueva política. Es por eso, que los protagonistas son dirigentes que dejaron sus actividades profesionales para sumarse al partido.
El primer capítulo de “Somos”, que se puede ver en las redes sociales oficiales del PRO nacional, arranca con el testimonio de la diputada por Buenos Aires, Silvia Lospenatto, quien define al partido como “inconformista con la realidad”, “que no se resigna”. Sigue con un abogado santiagueño que se convirtió en concejal, Facundo Pérez Carletti, que les pide a sus comprovincianos que “no pierdan la esperanza, que lo mejor está por venir”.
La tercera entrega le habla al electorado de la mayor plaza del PRO por fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, su kilómetro cero. Los honores de los “directores” del espacio fueron para la diputada Soher El Sukaria, recientemente electa vicepresidenta segunda del PRO Córdoba.
La protagonista de la pieza publicitaria no titubea al afirmar que “Córdoba es PRO”, eligiendo una de las dos lecturas que coexistieron para explicar el fenómeno amarillo en las urnas. El Sukaria prefiere insistir con la identificación del electorado local con la propuesta de un espacio político y no, como señalan otros, la variable del profundo anti kirchnerismo que se evidencia en la provincia.
“Córdoba es PRO, es progresiva, es diferente. Córdoba tiene esos valores que el PRO también representa cómo es el emprendedor. Argentina es el emprendedor nato y el PRO nació como un emprendimiento para torcer ese bipartidismo reinante en Argentina y vinimos a hacer un cambio. ¿Qué tiene que tener un emprendedor cuando comienza? Sueños, proyectos, un programa y una idea que llevar a cabo. El PRO vino a hacer eso”, comparó la diputada.
“Tenemos que tratar de igualar, de tener políticas públicas que nos lleven a que todos podamos acceder a realizarnos como personas. Cada vez que me siento en la Cámara de Diputados pensando en que represento a los cordobeses, es una gran responsabilidad y quiero estar a la altura de las circunstancias”, la frase que busca reforzar el concepto de compromiso con los electores.
Más allá de la necesidad de un partido de “revenderse” luego de cuatro años de gestión que no alcanzaron y una derrota en octubre de 2019 frente al kirchnerismo y peronismo unido, conviene hacer una digresión local. Es curioso como El Sukaria ha logrado sortear las trabas impuestas desde su propio partido cuando la apartaron del armado de las listas provinciales en 2019 (aunque pudo colar a varios de los suyos después) y logró su pase a la lista de diputados de Juntos por el Cambio gracias a la confianza que se ganó del entonces armador nacional, Marcos Peña.
Pese a que sus compañeros ni la nombran,producto de la interna política que ya nadie oculta, recibe las atenciones que algunos dirigentes locales querrían para sí de los popes a nivel nacional. Probablemente, la campaña en redes sume a otros dirigentes, pero esta vez, El Sukaria tuvo la chapa de ser la primera actriz del elenco cordobés.
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