Un grupo de cámaras y agrupaciones empresariales pymes de Córdoba reclamaron el inicio de un “diálogo constructivo” y poner fin a la grieta para salir del “fracaso y la frustración” a la que se encamina el país, según afirmaron en un documento entregado a funcionarios de distintos niveles del estado, donde aseguran que “ya no quedan espacios para las especulaciones electorales, elucubraciones ideológicas ni beneficios corporativos”. Un dato distintivo es que, a diferencia de otros sectores empresariales, que suelen señalar al estado como causa de los males, afirmaron que “la mediocridad y decadencia dirigencial abarca tanto a nuestro sector como al público”.
Aunque está hecho con anterioridad, el escrito tiene un punto de contacto con la carta de la vicepresidenta Cristina Kirchner del 27 de octubre, donde dijo que “esto (por la crisis) solo se resuelve con un acuerdo nacional donde estén todos los sectores políticos, empresariales, sindicales, mediáticos".
El escrito fue suscripto por quince organizaciones empresariales que representan a pymes, y enviado al presidente Alberto Fernández, el gobernador Juan Schiaretti, el intendente Martín Llaryora, a miembros de sus gabinetes, a las autoridades del Poder Judicial federal y provincial, a los diputados y senadores nacionales, legisladores y concejales. Entre las firmantes están la Asociación de Productores Hortícolas de Córdoba, Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica Córdoba, la Cámara de Desarrollistas, Profesionales y Afines de la Construcción de Pequeñas Medianas Empresas de la Provincia de Córdoba, la Cámara de Fabricantes de Pastas Frescas y Afines, la Cámara de Ferreterías, Sanitarios, Hierros y Afines, la Cámara de industriales de premoldeados de cemento portland, la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba, la Cámara de Industrias Informáticas, Electrónicas y de Comunicaciones del Centro de Argentina, la Cámara de la Madera, Mueble y equipamiento de Córdoba, la Cámara de las Industrias Plásticas de Córdoba, Cámara Empresarios Repuesto Automotor y Afines de Córdoba, el Centro Industriales Panaderos y Afines de Córdoba, la Federación Cordobesa del Transporte Automotor de Cargas y el Foro Productivo de la Zona Norte.
“Es hora de instalar una actitud transformadora que asegure los cambios necesarios para salir definitivamente de estas cíclicas coyunturas. La superación de tal escenario exige una renovada calidad institucional y el obrar ético y moral de la dirigencia en general”, remarcó el texto, que no da recetas ni pide medidas económicas, productivas ni tributarias puntuales. Según un referente empresarial, se intentó “un pedido de diálogo y una exhortación al acuerdo de institucionalidad”, para lograr “un funcionamiento armónico de los tres poderes del Estado”.
Uno de los párrafos más sustanciosos de la carta sostiene que “es hora de que la dirigencia en su conjunto recapacite en su forma de obrar y, lejos de miramientos sesgados por viejas ideologías, se ponga al servicio de la Nación, convocando al diálogo sobre la base de objetivos claros y concretos para poner en marcha aquellos mecanismos que promuevan el trabajo, la producción y la mejor educación como fuentes primarias, básicas y fundamentales de cualquier desarrollo”.
Según supo este diario, el documento fue iniciativa del Foro Productivo de la Zona Norte, que luego lo hizo girar para consensuar con diferentes sectores. “Las empresas están muy complicadas, la están pasando muy mal”, expresó un informante para explicar el origen del pronunciamiento, y aclaró que llevó “tiempo y trabajo” acordar los siete puntos del texto, entre los cuales hay un reclamo a ser sentados, como las “empresas grandes”, en las mismas mesas de discusión con los estamentos oficiales.
Los empresarios del G6 (Grupo de los Seis) fueron invitados, pero no quisieron firmar porque consideraron que el título “El país necesita diálogos constructivos” era demasiado blando, según deslizó un empresario que habló con Alfil. Tampoco se sumaron los referentes de la Mesa de Enlace del sector rural. El G6 y la Mesa de Enlace conformaron el Grupo de la Producción, políticamente cercano al macrismo e hiper crítico al actual gobierno nacional, aunque con diálogo directo con la mesa chica de Schiaretti. Anteayer, el titular de la Bolsa de Comercio, Manuel Tagle, estuvo en medios nacionales como vocero del empresariado cordobés, donde afirmó que una devaluación del peso no es deseable pero tal vez sea necesaria. “Si no somos capaces de bajar el tipo de cambio libre y reducir esa brecha, obviamente, se va a tener que producir”, manifestó a La Nacion+.
Una de las medidas económicas que más rechazo provoca en el empresariado en general es el Aporte Solidario que podría aprobarse la semana próxima en el Congreso de la Nación, aunque su tratamiento en Diputados ya fue aplazado varias veces. Este gravamen extraordinario no fue mencionado en el escrito difundido ayer por las cámaras pymes. Aunque están en contra, a la mayoría de los firmantes el gravamen no los alcanzará, porque la base imponible es un patrimonio de 200 millones de pesos. En cambio, los empresarios del GP ya le pidieron a Schiaretti que sus diputados no acompañen esa iniciativa.
Por último, cabe acotar que, aunque la mayoría de las empresas grandes y chicos han recibido, en los últimos meses, aportes nacionales para pagar los sueldos del personal, a través del APT, ninguna de ellos lo menciona como política gubernamental de rescate a la producción.
El documento
EL PAÍS NECESITA DIÁLOGOS CONSTRUCTIVOS Ante la crisis actual, el futuro del país está en juego y lejos de la realización trascendente de los argentinos vamos camino al fracaso y la frustración. Los representantes de las Entidades firmantes ponemos de manifiesto que nos asiste la convicción de que ya no queda ningún espacio para las especulaciones electorales, elucubraciones ideológicas ni beneficios corporativos. Ponemos de manifiesto que ya no se puede construir un País, ni una Nación sobre una visión interpretativa de los hechos. Es hora de instalar una actitud transformadora que asegure los cambios necesarios para salir definitivamente de estas cíclicas coyunturas. La superación de tal escenario exige una renovada calidad institucional y el obrar ético y moral de la dirigencia en general. Por lo antedicho hacemos llegar la presente declaración testimonial y el pedido urgente y concreto a los tres Poderes del Estado Provincial y Nacional: 1. Desde la actividad privada ponemos énfasis en que la mediocridad y decadencia dirigencial abarca tanto a nuestro sector como al público, y que de nada vale insistir en cambios trascendentes sino ponemos la mira en distinguir representaciones genuinas y claramente apartidarías, ya que a la hora de resolver los graves problemas nacionales, las instituciones que representan a los tres poderes del Estado de Derecho deben funcionar de manera armónica. 2. Es hora de que la dirigencia en su conjunto recapacite en su forma de obrar y –lejos de miramientos sesgados por viejas ideologías- se ponga al servicio de la Nación, convocando al diálogo sobre la base de objetivos claros y concretos para poner en marcha aquellos mecanismos que promuevan el trabajo, la producción y la mejor educación como fuentes primarias, básicas y fundamentales de cualquier desarrollo. 3. Para ello necesitamos diálogos y concertaciones institucionales entre los que gobiernan, los que legislan y los que imparten justicia con nuestras Entidades. En definitiva, entre la actividad y la responsabilidad pública, con los que desde la actividad privada tenemos responsabilidades comprometidas con la vida, la salud, la educación, el trabajo, la producción, el comercio y el bienestar general de la sociedad en su conjunto. 4. Los diálogos deben servir para alcanzar los acuerdos que nos permitan recuperar, en primer lugar, la confianza entre los argentinos y de éstos, con los tres poderes del Estado de Derecho. Esto nos debe permitir, en el marco de la complementación público-privada, arribar a soluciones consensuadas, dejando de lado segundas intenciones, ya que peligran no sólo los intereses de un sector, sino la paz y el bienestar de todos los argentinos. 5. Los impulsores de esta iniciativa somos argentinos que tenemos responsabilidad institucional ya que conducimos organizaciones. Ellas están integradas por ciento de pequeñas y medianas empresas que desde hace muchos años conocen del esfuerzo para poder desarrollarse y crecer cuando no, a duras penas mantenerse. En este sentido, deseamos que los diversos estamentos de gobierno pongan a todas las empresas, por pequeñas, medianas o grandes que fueran en la misma línea de consideración, tratamiento y posibilidades. 6. Entendemos que las autoridades electas y aquellas designadas por éstas, tienen la autoridad que les confiere la Democracia mediante sus instrumentos, pero también sabemos que ante situaciones extremas como las actuales, todos los sectores nacionales debemos confluir en los mismos espacios constructivos. Esperamos y anhelamos que nuestros gobernantes arbitren los medios para que el diálogo se motorice, sin dilaciones de ninguna naturaleza. 7. Consideramos necesario y urgente que los señores legisladores y los funcionarios del PEN –Ministros de Economía y de Producción- se aboquen junto a nosotros a la búsqueda de soluciones creativas frente a la dura, cuando no extrema, situación industrial y productiva del País.
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