Lo más rico del discurso que Juan Schiaretti pronunciará hoy en la Legislatura para inaugurar las 143° sesiones ordinarias estará, como siempre, en lo que el gobernador agregue de puño y letra a los informes de gestión que le haya enviado cada ministro y en el tono que le imprima el declarante. Y el tono, aseguran cerca del mandatario, irá por la idea de “gestión exitosa en un año de pandemia” y “futuro”, con eje en dos negociaciones que Schiaretti subrayaría con resaltador fosforescente: el acuerdo con Nación por la Caja de Jubilaciones, que reduce de 8 a 3 mil millones lo que la Provincia tiene que poner en el sistema previsional para cubrir el déficit (y pone un piso para la negociación del año próximo) y el canje de la deuda dolarizada, que pateó hasta 2023 los vencimientos previstos para 2021.
Las dos son negociaciones que fueron seguidas de cerca por la oposición provincial, por el resto de los gobernadores y por el gobierno de Alberto Fernández. En el Panal descorcharon botellas cuando se consumaron, porque consideran que son la llave para que el oficialismo enfrente las elecciones de este año y el recambio de 2023.
En esa línea, en su antepenúltima apertura de sesiones ordinarias, Schiaretti intentará instalar la idea de “despeje” de la situación financiera provincial, a sabiendas de que, en un año electoral, la oposición va a poner en discusión la antigüedad de Hacemos por Córdoba, el desgaste del gobierno, y los números de las finanzas provinciales tras seis mandatos consecutivos.
Los que hablan con el gobernador aseguran que hará anuncios y guiños de cara al “futuro para la Provincia” y de la fortaleza en medio de la pandemia. Si el año pasado, con la deuda como espada de Damocles sobre su cabeza, reemplazó con planes de conectividad los anuncios de obra pública faraónica del anterior mandato, tras un año de Covid, Schiaretti insistirá con la idea de que “Córdoba no para”, y de que el virus es algo de lo que hay que seguir cuidándose, pero con lo que los cordobeses tienen que aprender a vivir. Encuestas en mano, la vuelta a las clases presenciales, combinadas con la modalidad virtual, será un tópico fuerte en el mensaje, aunque las autoridades saben que el derrotero del virus en la provincia y en cada ciudad será el que defina las características del año lectivo.
A nivel anuncios y siempre vinculado con el “despeje” financiero, las fuentes schiarettistas aseguran que el escenario “libera posibilidades de obra pública grande y regionales”. “Provincia fuerte que está en condiciones de un plan de obra, que no será como los anteriores, pero será complementario y hace a la calidad de vida”, redondeó otra fuente cercana al Panal.
En ese sentido, mencionan el tercer anillo de la Circunvalación, que ya está en obra, las obras de conexión del gas natural, de fibra óptica, y las obras de agua potable para localidades del interior. Todo, en el marco de la necesidad de “reactivar la economía de Córdoba aún con pandemia”, afirman, y no descartan el lanzamiento de algún plan de incentivo de inversión y crédito para pymes.
A los acuerdos por la deuda y la Caja de Jubilaciones, en el Panal le suman la (cierta) tranquilidad en relación al pago de los sueldos de los empleados estatales, un poco como consecuencia del “ahorro” que significó el cierre de la administración pública en 2020, por la pandemia. El tope del 30% que impulsa la Nación para las paritarias 2021 es una buena noticia para Schiaretti, aunque las negociaciones en año electoral suelen ser ríspidas.
Además, se entiende que habrá anuncios de ayuda social para atender al 42% de la población de Córdoba que está bajo el nivel de pobreza, con fuerte incidencia en Capital y el Gran Córdoba, donde su esposa, la diputada Alejandra Vigo, tendrá que ir a buscar los votos si quiere ser senadora nacional por el PJ cordobés. El concepto “estado presente”, reiterado en sus apariciones públicas, seguramente estará en el mensaje de hoy.
La pregunta del millón es si el gobernador va a avanzar sobre aspectos vinculados al manejo de la Policía de Córdoba, uno de los talones de Aquiles de su gestión por los reiterados casos de gatillo fácil y abuso policial.
En lo político, se da por sentado que Schiaretti reafirmará las relaciones institucionales con el gobierno nacional y “la defensa de los intereses de Córdoba” pero sin caer en el cordobesismo pre Alberto que hoy, con varios acuerdos y líneas abiertas con el Casa Rosada, no tienen lugar en el léxico del PJ cordobés.
Off the record, no hay oficialista que no admita que el gobierno nacional cumplió con todos los compromisos tomados con la Provincia, pero el apoyo de los cuatro diputados nacionales a la nueva fórmula de movilidad de Anses que se discutió en diciembre en el congreso, le significó a Schiaretti una tapa del diario Clarín como “colaboracionista K” que tuvo su impacto.
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