El oficialismo nacional, y particularmente el cristinismo, salió al cruce del gobierno de Córdoba en la pelea por las tarifas y los subsidios a los servicios públicos, y en Hacemos por Córdoba hay cierta satisfacción porque consideran que se pudo imponer uno de los ejes fuertes de su agenda de campaña, la “discriminación histórica” que sufre el interior respecto al AMBA.
Ayer, el subsecretario de Energía de la Nación, Federico Basualdo, y el interventor de Enargas, Federico Bernal, redoblaron la apuesta y contradijeron al Panal con números que, según los funcionarios, muestran que que la teoría de la marginación es falsa. En línea más política, el senador Carlos Caserio, que fue astilla del palo del gobierno provincial, reflotó información sobre inversiones nacionales en Epec, en tiempos del primer gobierno de Cristina Kirchner.
El gobernador Juan Schiaretti tomó la posta en forma personal en la polémica, igual que la diputada y candidata al Senado Alejandra Vigo, y el ministro de Servicios Públicos, Fabián Lopez, uno de los que mejores relaciones tiene y tuvo con el actual y los anteriores gobiernos K, aportó el sostén técnico para intentar explicar las altas tarifas de la Epec y de Aguas Cordobesas y el uso del gas en red de Cordoba.
En campaña no importa tanto quién ganó la discusión. Con la disputa por los diferentes precios de la luz, el agua y el gas en Córdoba y el AMBA, el schiarettismo siente que logró hacer una diferencia “cordobesista” en un proceso electoral donde Juntos por el Cambio viene marcando el paso con un discurso monolíticamente anti K pero de orden nacional.
“Lo importante es que pudimos meternos en la discusión y que uno de nuestros ejes de campaña es motivo de debate. Y eso es básico para que se pueda entender el porqué de este pedido de "redistribución equitativa de subsidios" y demás”, le dijo a Alfil un dirigente que está dentro de la campaña.
En breve el Panal tendrá encuestas que darán cuenta del impacto de este mano a mano con el ala cristinista del Frente de Todos en el voto de Hacemos por Córdoba y por extensión con Cristina. Ahí se sabrá si electoralmente dejó o no resultados positivos, cuando en el espacio se quejan de que les “cuesta la vida” cada voto nuevo que consiguen a partir del 24% de las PASO por efecto del enojo que prima en la sociedad como reacción a la crisis.
Con la banca en el Senado prácticamente asegurada para Vigo, todos los esfuerzos electorales de Hacemos por Córdoba (y de Schiaretti que se puso decididamente la campaña al horno) están puestos en asegurarse los tres lugares que pone en juego en Diputados. Si bien no se puede descartar que el FdT caiga y pierda la banca que disputa, en general se supone que es una puja entre HpC y JpC, que busca meter en noviembre seis dirigentes en la cámara baja. En el schiarettismo dicen que la polémica por los subsidios y las tarifas suma, pero que lo que hace la diferencia es la presencia del gobernador en los actos en distintas localidades con su discurso anti porteño y anti conurbano. Ayer fue el turno de Río Tercero, hoy de Villa Allende, el jueves va a Jesús María y el viernes a Santa Rosa de Calamuchita. En este último tramo de la campaña se observa una innovación: suele haber mini ruedas de prensa de Schiaretti al finalizar los actos. Toda una señal de que la palabra del mandatario provincial es el contrapeso que puede poner HpC a la poderosa marca Juez/Juntos por el Cambio.
Desde la vereda amarilla, el candidato a diputado Rodrigo de Loredo buscó neutralizar el impacto mediático que logró el oficialismo provincial con el tema subsidios y repartió salomónicamente las cargas de las altas tarifas de Epec. “En Córdoba pagamos la luz un 70% más cara que en Buenos Aires por dos razones: la primera es la discriminación en los subsidios del gobierno nacional, que beneficia a la ciudad de Buenos Aires y al AMBA. Pero la segunda razón es porque Hacemos por Córdoba fundió la EPEC, la endeudaron, la administraron muy mal por eso incluso pagamos mucho más cara la luz que las otras provincias que también son discriminadas en cuanto a los subsidios”, dijo.
Lo que dijeron
Basualdo y Bernal fueron los funcionarios nacionales que salieron a pegarle a Schiaretti (y a sostener, de alguna manera, la agenda del cordobesismo). “El subsidio a la distribución no existe en la Argentina. El precio de la tarifa de Epec se suscribe a decisiones que tienen que ver con decisiones provinciales, nosotros no tenemos nada que ver", sostuvo el subsecretario de Energía.
"Epec tiene una deuda de 8.200 millones, pero todas las distribuidoras de las provincias tuvieron dificultades. Veníamos trabajando bien con las autoridades, por lo que me sorprendió el planteo del gobernador Schiaretti que creo que tiene que ver con lo electoral", agregó. Según el funcionario, la Provincia nunca planteó algo con respecto “a esos supuestos 'subsidios encubiertos” que denunció el Panal a favor de Edenor y Edesur. “Creo que se refiere a la refinanciación de la deuda de las empresas, pero sí eso es así, también estaríamos 'subsidiando encubiertamente" a la Epec. No hay trato diferencial para nadie", remarcó.·Según Basualdo, este tipo de reclamos por subsidios “vienen sólo desde Córdoba” y “no se están dando en otros distritos del país".
En tanto, el interventor de Enargas aseguro que “los subsidios al metro cúbico de gas para Córdoba triplican los que reciben los usuarios de la región metropolitana de Buenos Aires porque la provincia se abastece con gas importador en un 70%, porque por Córdoba pasa el gasoducto norte, que trae el gas de Bolivia”, a diferencia de Buenos Aires que toma gas de Neuquén. Bernal admitió que el GNC es más caro en Córdoba que en Buenos Aires y admitió que “a eso hay que corregirlo y trabajar”.
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