Hoy no vamos a hablar de política, le respondió a Alfil un ministro de Juan Schiaretti que estuvo en la firma del convenio Nación-Provincia por la puesta en marcha del Plan Social contra el Hambre en Córdoba. Pero de política se habló y mucho ayer. Y por lo demás, todo lo que sucedió en el Centro Cívico fue una puesta de alta política.
Como un embajador en Córdoba, el ministro del Interior Wado de Pedro, bajó a Córdoba para presentar un tema que no es de su área, se sentó en el Centro Cívico con el gobernador y su mesa mediana, llevó el “abrazo de Alberto” Fernández para Schiaretti, conversó animadamente con la diputada Alejandra Vigo y el vicegobernador Manuel Calvo, y tuvo un aparte con el gobernador en su despacho. Esto último fue confirmado por una fuente schiarettista y dos del Frente de Todos. Luego, al finalizar la jornada y antes de regresar a Buenos Aires, acompañó a su par de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, a visitar la mutual Carlos Mugica, en barrio Güemes. Después reunió en un almuerzo a la tropa albertista-cristinista tanto del sector de Carlos Caserio (ausente con aviso) como del peronismo K: Rodrigo Rufeil, Carlos Presas, Fabian Francioni, Martín Gill, Mariana Caserio, Marcos Farina, Tania Kyshakevych, Gabriela Estevéz y Martín Fresneda. La cita fue en un salón camino al Aeropuerto.
En el breve interregno que compartieron, Schiaretti y De Pedro hablaron de tres o cuatro cuestiones centrales, según un informante del gobierno nacional. “Unidad del peronismo, deuda de la Provincia, situación de la industria metalmecánica y del campo fueron los (temas) principales”, puntualizó la fuente. No mencionó el tema del financiamiento del déficit de la Caja de Jubilaciones y las deudas que acumula la Nación con el sistema previsional provincial, donde el gobierno cordobés espera gestos concretos de cumplimiento que aún no se produjeron.
Todo lo anterior se dio en el marco de la firma de los convenios para la entrega, a partir de fines de febrero, de 116.000 tarjetas alimentarias prepagas para familias pobres con chicos de hasta seis años. Y aunque en la Provincia limitan los alcances de la movida a las buenas relaciones institucionales y de gestión con el gobierno nacional, y evitan definiciones políticas, las imágenes y los gestos de ayer sugieren un proceso de acercamiento y de recomposición de relaciones entre ambas administraciones peronistas, luego de la grieta de la campaña electoral. Alejarse del precipicio económico es el primer objetivo conjunto y la condición indispensable para todo lo otro (incluido los giros a las provincias), pero las proyecciones van más allá.
Aunque falta mucho, en los corrillos del peronismo albertista (y también algunos schiarettistas) ya hablan de una lista única para las elecciones de medio término de 2021, que serán clave para Alberto Fernández y para el escenario político de Córdoba, que elige diputados y senadores. El primer ensayo de unidad se hará, con probable éxito, en las elecciones de la ciudad de Rio Cuarto que se celebrarán en 60 días -se vota el 29 de marzo- en las que el schiarettista Juan Manuel Llamosas busca su reelección como candidato del PJ cordobés y del gobierno nacional, que no tendrá otra lista en la capital alterna.
En ese marco, algunos especulan con un 2021 con una combinación de nombres peronistas afines a Schiaretti y a Alberto Fernández. En ese marco, la foto de Carlos Caserio junto a Cristina Kirchner en lo que será la represa santacruceña Néstor Kirchner, invitado por la expresidenta a la inspección del avance, indicaría que el senador recibió el “perdón” de la actual vicepresidenta. Y eso, en lenguaje político, podría significar el visto bueno para que el punillense encabece, como desea, la lista de senadores nacionales por Córdoba para retener su banca en la Cámara Alta.
Reunión chica y acto grande
Antes del acto donde se rubricaron los acuerdos para el lanzamiento del Plan contra el Hambre en Córdoba (fueron cinco convenios), el gobernador recibió a De Pedro y Arroyo en la sala privada de El Panal. De la Provincia estuvieron el ministro de Gobierno, Facundo Torres, Massei, Vigo, Calvo, el legislador Oscar Gonzalez, el ministro de Industria y Comercio, Eduardo Accastello, la ministra Laura Jure y el intendente capitalino, Martín Llaryora. El encuentro fue de 20 minutos, en buen clima.
Luego se produjo el acto central en la sala de situación del Centro Cívico, donde se rubricaron los acuerdos. Allí hablaron Llaryora, Arroyo y el propio gobernador, quien retribuyó verbalmente el abrazo enviado por Alberto Fernández vía Wado de Pedro y se desmarcó del abrazo político al PJ provincial, al afirmar que el apoyo al Plan contra el Hambre es de “toda la sociedad cordobesa”. Como ejemplo, mencionó la variedad política de los intendentes que firmaron los convenios (un peronista, uno del PRO, un radical, un socialista y un vecinalista) y los representantes empresariales que allí estaban.
Según protocolo e incumbencias con el tema, en el escenario y en la platea se ubicaron el resto de los ministros y funcionarios, intendentes, diputados nacionales (además de Vigo y Estevéz, se vio a Paulo Cassinerio del PJ y Pablo Carro del Frente de Todos). También fue de la partida la legisladora Natalia de la Sota, hoy cercana tanto al peronismo cordobés como al gobierno nacional y Martin Gil, intendente de Villa María en uso de licencia y secretario de Obras Públicas de la Nación.
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