La preferida del público cordobés es la Atrapamoscas cuesta entre $ 150 y $ 250.
Una trampa mortal...
En su plenitud, la planta puede tener entre cuatro y diez trampas -que son las mismas hojas- de 4 centímetros , aunque algunas más grandes llegan a los 7 centímetros.
La planta libera una sustancia cuyo olor atrae a los insectos -no lo perciben las personas- y sus trampas tienen 6 pelos sensitivos.
Cuando el insecto toca sólo uno de ellos comienza a cerrarse la hoja en un proceso que demora 20 segundos, pero si el insecto toca al menos dos pelos la trampa en cuestión se cierra automáticamente, asfixiando a su víctima y absorbiendo sus nutrientes. Una vez alimentada la planta, abre su trampa revelando el cadáver seco del pobre bicho.
Pero no sólo son insectos: la planta de hojas más grandes puede llegar a “comerse” una pequeña rana.
¿Y si no come insectos?
Si no hay ninguna mosca revoloteando cerca, la planta mientras tenga luz y agua sobrevive igual. Pero atenti, debe ser agua de lluvia y no puede regársela desde arriba para que las “trampas” no se dañen. Rodrigo Molina de Carnívoras RM aconseja hacerlo con un platito por debajo de la maceta.
Si se te cruzó plantarla en el patio de casa, desechá la idea. El sólo hecho de hacerlo mataría a la nueva integrante y como ellas provienen de suelos con pocos nutrientes, el compuesto que necesitan en la maceta -y con el que te lo venden- es: turba rubia, arena y perlita agrícola.
¿Y si se le acerca un dedo? No debería pasar nada. Pero si hacés la prueba, contanos acá.
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