Hay caminos dentro de Córdoba que son auténticos, sin disfraces, caminos reales que llegan a los poblados más naturales y con una esencia pura. Caminos reales colmados de historia de los orígenes de las localidades.
Estas rutas históricas atraviesan a uno de los pueblos más antiguos e históricos de nuestra provincia, Villa Tulumba. Un poblado ubicado en nuestro norte que lleva en su figura geográfica un legado cultural inmenso, con muchísimo patrimonio de estilo colonial.
Tulumba posee una identidad particular de más de 400 años, que enorgullece a toda la provincia. Con más de 2500 habitantes que llevan el ADN de la solidaridad, generosidad y, sobre todo, de ser grandes anfitriones para hacer sentir cálido al visitante y que vuelva a disfrutar.
“La característica que tenemos es ser muy receptiva de la gente que viene de otro lado. Las recibimos amablemente, queremos acompañarlos y contarles nuestra historia”, expresó Argentina Ramírez, quien contó que es guía de turismo de “este precioso pueblo”.
Si la primera pregunta es: ¿cuáles son los espacios históricos que marcan a la localidad? Sin lugar a dudas su casco céntrico tiene la arquitectura de la época colonial, tan fascinante que marca un museo a cielo abierto del noroeste cordobés.
Un término que la secretaria de Cultura y Educación, Leticia Andina, define como un espacio que “ofrecemos para que sea visitada, desde el santuario, las cuatro esquinas, la Casa de los Reinafé, el Paseo de los Inmigrantes, entre otros espacios”. Otro de los conceptos que acompaña es “Territorio Museo” que acuña la interpretación territorial del patrimonio cultural y natural.
Si alguna vez curiosean cómo era un poblado en el siglo XVIII, solo basta con transitar las calles tulumbanas, con su anchas pedreras, para meterse en una imagen que podemos imaginar en color sepia.
El gran norte cordobés
“El turismo es una de las banderas de nuestra provincia y una de las fuentes que más empleo y posibilidades genera para nuestra gente”, resalta el gobernador Martín Llaryora al mencionar la extensión de nuestro punto cardinal más alto.
Lugar en el mundo donde vivió Atahualpa -muy cerquita de Villa Tulumba -, donde se extiende un gran salar; se puede ir a disfrutar de las constelaciones y llegando a su otro extremo encontramos al cuarto lago más extenso de sudamérica, el Mar de Ansenuza.
“La decisión del Gobierno de la Provincia de Córdoba de potenciar nuestro norte es muy importante. El norte tiene muchas cosas para dar. El norte tiene naturaleza para brindar, que no encontrás en otro lado”, enfatizó la secretaria de Turismo, Lucia Bulacio.
Dentro de esta colosal región, Villa Tulumba siempre fue un lugar estratégico para la vida comercial y política de los siglos XVIII y XIX. Así lo refiere uno de sus referentes de la literatura, José Alberto Ramirez Müller, quien destacó que “desde siempre han pasado por el Camino Real comerciantes, políticos y militares que se convocaban en mayor número aquí”.
Todas las singularidades que conforman a esta localidad del departamento homónimo, la convirtieron en Pueblo Auténtico en 2017 y Poblado Histórico Nacional en 2022, certificación del Ministerio de Cultura de la Nación.
Argentina Ramirez resaltó que este pueblo ha conseguido estás distinciones al ser “una población auténtica, que no tiene disfraces, que es natural y espontánea. Te mostramos su esencia, no lo disfrazamos, no lo maquillamos y eso es muy atractivo en este mundo que vivimos actualmente”.
ONU Turismo
Córdoba es una provincia que siempre proyecta que cada espacio turístico pueda potenciar su internacionalización, para que miles de habitantes en el mundo conozcan la abundante historia latinoamericana que tiene nuestro suelo.
Villa Tulumba es uno de los ocho pueblos elegidos por la Organización Mundial del Turismo (OMT), a través del programa Best Tourism Villages, una de las candidatas a ser elegida como unos de los mejores pueblos turísticos del mundo.
Dentro de este organismo supranacional que busca enaltecer cada rincón del mundo, los tulumbanos fueron elegidos entre 32 pueblos de 17 provincias argentinas que solicitaron ser parte del certamen internacional.
La iniciativa distingue paisajes y destinos turísticos y apunta a que cada lugar transmita su identidad a quienes la visitan. De la elección participan pueblos con menos de 15 mil habitantes que contengan un paisaje natural y/o cultural vinculado a un entorno rural y un estilo de vida propio de la región puesto en valor.
“Es muy importante ingresar en el concurso y poder representar a nuestra provincia, a nuestra República Argentina”, relató Bulacio. “Nos da una impronta diferente para poder seguir trabajando y para ofrecer lo mejor al turista”, cerró.
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