Campanópolis celebra su 35 aniversario con dos novedades llenas de arte e historia: la reapertura del museo de Antonio Campana -donde los visitantes podrán encontrar fotos, libros, documentos y pertenencias del creador del parque- y la instalación de las intervenciones forjadas en hierro por el artista Alejandro Marmo denominadas: “El Abrazo” e “Iluminado Rosas”. Ambas estarán exhibidas en una de las paredes de una histórica construcción que perteneció a dicho brigadier.
Campanópolis es un parque de 208 hectáreas, a solo 45 minutos de Capital Federal, en la localidad de González Catán, Provincia de Buenos Aires. La aldea está formada por un grupo de construcciones unidas por callejuelas adoquinadas, pasajes, recovecos y lugares secretos.
En su mes aniversario, Campanópolis invita a vivir una experiencia exótica y diferente: el paseo consiste en realizar una visita de 4 horas de permanencia, con un recorrido guiado de aproximadamente 1 hora 15 minutos, con expertos que cuentan la historia, la construcción, el cuidado de la ecología y el medioambiente de la aldea a lo largo de su creación. El resto del tiempo se puede pasear y disfrutar libremente.
"Campanópolis es un lugar mágico, nacido de la visión de un hombre sin estudios de arquitectura, pero con un posgrado en imaginación. Hace que todos los que nos visitan viajen en tiempo y espacio y disfruten de una experiencia única e inolvidable. El aniversario coincide con el nacimiento de Antonio. Estamos orgullosos de celebrarlo con una nueva obra de nuestro querido artista Marmo -a quien le estoy sumamente agradecido- y con la reinauguración de un museo en homenaje a mi padre", sostiene Oscar Campana, gerente general de Campanópolis e hijo del creador de la aldea.
Más de 30 años de pasión por el reciclaje (y el cuidado del patrimonio histórico nacional)
Con la construcción de Campanópolis, su creador fue un verdadero precursor del reciclaje ya que logró recuperar columnas, puertas, escaleras, ventanas y piezas históricas de Argentina que fueron utilizadas para crear la aldea.
Este pueblo con arte está íntegramente construido con materiales antiguos y reciclados que provienen de varias partes del mundo, con más de 100.000 árboles y plantas de distintas especies. Recorren el parque las aguas del río Matanza, lindantes a los bosques de Ezeiza, donde se encuentra una atractiva reserva natural ecológica con una flora y fauna autóctona.
Desde el punto de vista arquitectónico, es la primera y única ciudad con espíritu medieval en Latinoamérica constituyéndose como un parque histórico- ecológico–cultural y temático.
El acceso a la aldea (cuya entrada general tiene un valor de $ 10.000) es únicamente a través de visitas guiadas y el ingreso al parque es con la compra de tickets online, sin excepción.
Durante la permanencia en el parque, los visitantes podrán aprovechar para tomar fotografías (únicamente con fines turísticos), adquirir recuerdos en la tienda de souvenirs y realizar picnics, ya que cuenta con un mercado con variedad en sándwich, panchos, empanadas, pizzas, wraps, tartas, entre otras cosas. También está permitido asistir con comida y bebidas.
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