Grunhaut potencia su negocio en la construcción (sigue firme con alfombras, pisos y revestimientos)

La empresa tiene dos claras unidades de negocios:

• Los revestimientos (alfombras, cortinas, papeles, pisos vinílicos)
• La construcción de edificios

"En el área revestimiento -arranca Diego, CEO de la empresa- estamos en un periodo de reorganización bastante importante: estamos haciéndonos más eficientes, relocalizando un poco las piezas, centralizando el depósito. Y con la construcción, estamos terminando un edificio en Barrio General Paz y buscando lotes para empezar otro".

Los Grunhaut tienen claro que -en el mundo- las alfombras han cedido terreno frente a otros materiales y fueron acompañando esa tendencia sumando opciones a sus líneas de productos: pisos vinílicos (bastante en boga) y hasta muebles, donde combinan productos de terceros con tapicería propia.

Hasta ahora Grunhaut tiene tres locales: sobre calle Alvear, en Híper Construcción y sobre 9 de Julio al 400, en la Peatonal, un amplio salón debajo del primer edificio que construyeron en 1987. "Vamos a fusionar los locales de Centro en Alvear, liberamos este salón y mantenemos, claro, el del Híper", adelanta Diego.

"La venta al público, con los vaivenes económicos, está un poco resentida", analiza Diego. "La suba del dólar repercute en los precios de forma bastante directa porque si bien quedan tres fábricas en el país, hay un alto componente de producto importado en su fabricación", complementa Luis y reinvindica el rol de la alfombra: "Tiene una gran función acústica, absorbiendo sonidos y -además- mantiene la temperatura de un ambiente; muchas veces la gente cree que la alfombra es caliente, pero la alfombra es como un pulóver, si está en la heladera va a estar fría y si está al sol va a estar caliente".

Como sucede en muchos sectores, la cadena comercial se "aplastó": "Hoy el mercado se ha canibalizado mucho y nos topamos con nuestros mismos proveedores vendiendo al público final. Es una conjunción donde han caído los volúmenes por remplazo de materiales y -además- se han caído márgenes por la competencia directa de los proveedores, describe Luis.

El gran diferencial de Grunhaut en la categoría es la existencia de stocks que otras empresas no tienen: "Negocios como el nuestro en Córdoba no hay muchos -explica Diego-; generalmente el que se dedica a la carpeta vende solo carpetas, el que se dedica a la tela vende solo telas, el que vende cortinas es solo cortinero. Nosotros integramos, tenemos alfombras, tenemos pisos, estamos ahora con los pisos hospitalarios que es un nicho interesante".

Foco en la construcción

Los Grunhaut empezaron a incursionar en la construcción a fines de los 80 y volvieron al negocio en 2007, cuando levantaron un edificio de más de 100 unidades sobre Cañada, entre Santa Rosa y La Rioja. "Desde entonces estuvimos un par de años medios quietos y retomamos el año pasado, ya con la firme idea de ser estables en el rubro: hoy estamos terminando un edificio en Barrio General Paz, donde nos quedan 6 o 7 meses de obra. La verdad es que nos ha ido muy bien con el proyecto, la zona nos gustó", explica Diego, que ya está analizando los terrenos para el próximo emprendimiento.

La familia
Luis se define como "consultor externo", aunque sus hijos le reconocen un rol más activo y de consulta permanente. Aunque la empresa reconoce como año de nacimiento 1956, el negocio se inició "en 1922 o 1923, con mis dos abuelos paternos, inmigrantes del Imperio Prusiano. Mi abuela paterna tenía la habilidad manual de usar telares y pusieron una fábrica y empezaron a fabricar alfombras hechas a mano; después se mudaron a Barrio Pueyrredon y todavía me acuerdo de las operarias, los telares en un galpón que ahora es un teatro... En mi casa tengo varias alfombras hechas por mis abuelos. Mi papá cerró la fábrica en 1965 y ahí empezamos a comprar alfombras en Buenos Aires y a venderlas acá".

Hoy la empresa está en manos de Diego, cuyo función es gerente general pero el prefiere bajar el cargo a tierra: "En este tipo de empresas familiares es difícil ponerle un nombre a mi cargo, porque si se rompe un baño, al primero que llaman es a vos para saber qué hacer (risas); somos una empresa chica así que terminas haciendo un poco de todo. Yo me empecé a volcar en lo comercial hace un tiempo, porque venía más de lo administrativo".

Constanza es arquitecta, se encarga de las compras y de mantener presente la empresa en ferias y eventos relacionados: "Estoy siempre en relación con los arquitectos, nuestros grandes aliados -explica-; participamos de Casa Portal y vamos a volver a estar en Estilo Casa; además somos parte de DARA, la asociación de diseñadores argentinos".

También conforma la familia Tomás, que por sus responsabilidades en la gestión pública, no tiene cargo ni responsabilidades en el management de la empresa.

Mientras exploran los elementos de un protocolo familiar, ya despunta la quinta generación de Grunhaut: 5 nietas de Luis (hijas de Diego (2), Constanza (2) y Tomás (1)), todas mujeres y por ahora ocupadas solo en tomar mamaderas o hacer deberes y estudiar. Ya tendrán tiempo de empezar a conocer de texturas y telas, de tramas y colores para mantener vivo ese legado que hace casi un siglo llegó desde tierras lejanas.

Producción: Lara Biain / Gina Biain
Fotografía: Marco Cabral