Para los no tan memoriosos: el Suquía nació en Córdoba en la década de 1960 fundado por las familias Roggio, Manzi y Scarafía. En sus comienzos fue un banco para apoyar las actividades del grupo empresario Roggio, a sus proveedores, la construcción de la mano de la inmobiliaria Alvear, y a otras empresas del grupo. Es decir: nació como un banco chico, cercano y apuntado a las pymes. En febrero de 2000, fue vendido al Crédit Agricole, a través del Banco Bisel. En mayo de 2002 la entidad francesa retiró sus operaciones del país y el BCRA constituyó el Nuevo Banco Suquía con sus depósitos y préstamos. Un par de años después, en 2004, Macro Bansud adquirió al Suquía y sus clientes empezaron a formar parte de uno de los grandes. Eso cuenta la historia.
Los comienzos del Banco Dino: de una tarjeta de crédito a un banco regulado
Martín Bugliotti, presidente de Banco Dino e hijo de Tati Bugliotti, recuerda cómo surgió la idea que hoy se materializa en una entidad financiera en pleno crecimiento: "Tati siempre tenía la aspiración de lanzar una tarjeta de crédito anclada en MasterCard. Eso fue allá por 2007-2008", cuenta. Sin embargo, las ideas de Bugliotti no se detuvieron ahí. Para 2012, su visión era tener una entidad financiera regulada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), aunque en ese momento resultaba difícil alcanzar la licencia bancaria.
Es así como nace FinanDino, una compañía financiera que permitió a Bugliotti comenzar a transitar el camino hacia su gran meta. La empresa ofrecía soluciones de crédito a los clientes del vasto ecosistema comercial de Grupo Dinosaurio, tanto en el ámbito mayorista como minorista. "Fue un primer paso hacia lo que hoy es Banco Dino", explica Martín.
El salto al estatus de banco
A finales de 2018, la compañía financiera decide dar el salto y transformarse en banco. Tras un proceso riguroso de evaluación, el BCRA otorgó la autorización en octubre de 2019. "El cambio formal a Banco Dino se hizo el 1 de enero de 2020", detalla Martín Bugliotti. Así, Dino no solo ampliaba su oferta financiera, sino que entraba en la competencia directa con los grandes jugadores del sector.
Banco Dino se posiciona como un banco comercial enfocado en el cliente minorista (BtoC), con servicios como cuentas corrientes, tarjetas de crédito y préstamos personales, pensados para el consumidor final. Pero su modelo de negocio también está orientado al cliente corporativo y mayorista a través de la wallet Dini, un producto diseñado para las empresas que forman parte del ecosistema del Grupo Dinosaurio.
“La verdad es que el banco te da más productos que ofrecer, una gran diferencia entre Compañía Financiera y Banco Comercial, es que podemos ofrecer Cuenta Corriente, que es un gran producto mejorado para los pymes, que es aquí en Argentina. En la Cuenta Corriente, los servicios que tiene aparejado con el cheque, es algo muy importante, nosotros como Compañía Financiera no lo podemos ofrecer, lo cual eso sí nos cambia un poco el dinamismo o la oferta del producto”.
¿En qué anda hoy Banco Dino? (y a dónde va)
La única sucursal del banco está en el Dino de Rodríguez del Busto, en el local que durante años ocupó Bancor. Allí cuentan con todos los servicios de un banco tradicional y 10 cajeros automáticos que se suman a los otros 30 distribuidos en los otros Dinos de Córdoba y Mendoza.
En números, Dino emitió 15.000 plásticos, tiene 2.800 cuentas sueldo (1.200 corresponden a los empleados de Bugliotti) y una cartera de 4.000 pymes (su público objetivo). Tiene unos $ 40.000 millones en depósitos.
A pesar de su tamaño, Banco Dino busca captar la atención en Córdoba por su atención personalizada y su vinculación directa con el mundo comercial. Celani subraya que uno de los puntos fuertes del banco es la relación estrecha que mantienen con sus clientes, algo que las grandes entidades a veces pierden de vista. "Es un banco ágil, que entiende las necesidades específicas de los comerciantes y empresarios locales", señala.
Las pymes, el gran objetivo
Banco Dino está apostando fuerte al segmento de pymes, moviendo actualmente entre 1.500 y 1.800 millones de pesos mensuales en créditos orientados principalmente a capital de trabajo y la compra de cheques. "Son los dos negocios de casi cualquier banco", comenta Eduardo Celani. Esta estrategia busca satisfacer las necesidades de liquidez y financiamiento de pequeñas y medianas empresas, ayudándolas a mantener su operatividad en un contexto económico donde el arco se corre todo el tiempo.
Para octubre de 2025 (un año más), proyecta un crecimiento exponencial en este rubro, esperando alcanzar los 6.000 millones de pesos mensuales en créditos para pymes. "Cada vez va a haber mayor crecimiento del desarrollo crediticio", anticipa Celani, quien subraya que el aumento no solo responderá a la inflación, sino a la incorporación de más clientes privados. El cambio en el perfil de sus prestatarios, dejando atrás a los grandes actores centrales para enfocarse en privados, es parte de la estrategia del banco para consolidar su presencia en este competitivo mercado financiero.
Dini, la marca de la wallet
En paralelo, el grupo cuenta con una billetera digital que se llama Dini y buscan posicionar como una herramienta clave para los proveedores y socios mayoristas del MaMi. “Este servicio BtoB permite gestionar pagos, financiamiento y otros servicios financieros de forma digital, facilitando la operatoria diaria de las empresas que colaboran con el grupo”.
El volumen transaccional allí es menor, unos 200 millones mensuales. Pero contribuye en la fidelización del público al que apuntan.
Cómo está conformada la mesa chica
Está integrada por un equipo de directivos y asesores que gestionan las decisiones estratégicas y operativas del banco, buscando su crecimiento en el sector financiero. Entre los principales integrantes se destacan:
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Martín Bugliotti: Presidente del banco e hijo de Tati Bugliotti, fundador de Grupo Dinosaurio. Es uno de los impulsores clave del proyecto y lidera las decisiones principales, alineado con la visión de expansión del grupo.
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Denise Lauret: Vicepresidenta, perteneciente a la otra familia fundadora. Su rol es crucial en la dirección y supervisión de las operaciones del banco.
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Eugenia Eberhardt: Gerenta general. Con una trayectoria de 10 años en KPMG, aporta su vasta experiencia en la gestión y administración financiera del banco.
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Eduardo Celani: Asesor comercial y de Relaciones Institucionales. Ex ejecutivo de Banco Macro, Celani desempeña un papel central en la expansión de los créditos a pymes y en la estrategia comercial de la entidad.
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Saul Musicante: Asesor financiero. También proveniente de Banco Macro, Musicante brinda su conocimiento para fortalecer la estructura financiera del banco.
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Carlos Capozzo: Gerente de Marketing. Es responsable de las estrategias de marketing y posicionamiento de la marca Banco Dino en el competitivo sector bancario.
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