Estudió Economía, Computación Científica, Ciencias de la Comunicación pero se recibió en Comercialización. Trabajó en empresas como IBM y Telecom y fue socio de Mazalán (participó del lanzamiento de Netflix en el país).
Pero después de varios años se cansó de su carrera corporativa. “La verdad que estaba muy bien, se ganaba muy bien y el grupo de trabajo siempre fue hermoso en todas las compañías, pero a mí no me satisfacía y me lancé ahí al mundo independiente”, detalla Adrian Gilabert, autor de “El trabajo ha muerto”.
Armó una empresa vinculada al negocio del fútbol, dirigió un grupo de pymes y lanzó una consultora para la gestión de crisis en empresas.
“A fines del 2018 habíamos estrenado la última película con la productora en Argentina, Paraguay y España. Y me tocó el caso más difícil de crisis empresaria de los últimos 8 años. Estaba contento pero agotadísimo y decidí tomarme tres meses sabáticos. Tenía que bajar de peso cosa que hice y cuando empezaron a pasar los meses me di cuenta que no sabía cómo quería seguir con mi vida profesional”, recuerda Gilabert.
Durante un tiempo se dedicó a estudiar filosofía y se encontró con un dato que difundió una encuesta de Gallup: el 85% de las personas del mundo están insatisfechas con su trabajo.
“Las empresas han hecho esfuerzos para que las personas estén bien dentro de su compañía, se han puesto desde mesas de ping pong hasta concedido días libres, y pese a esto la insatisfacción sigue. Entonces me puse a buscar qué estaba pasando y de esa investigación fue que terminó saliendo el libro”, explica.
-¿Por qué el título? -Preguntamos
-El título tiene 3 dimensiones:
- Si para el 85% de las personas del mundo el trabajo no es satisfactorio significa que el trabajo en cuanto a lo que debería representar para nosotros, murió dentro nuestro.
- Es un guiño y un agradecimiento a la filosofía y a Nietzsche como representante, que fue el ámbito de la investigación.
- Es una expresión de deseo porque la palabra "trabajo" viene del latín “tripalliare” que significa tortura. Entonces el trabajo ha muerto porque en el fondo lo que quiero es que muera la carga negativa de tortura o de dolor que tiene para muchas personas el trabajo. Y lo que yo propongo es cómo diseñamos una actividad plena”.
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