En el corazón de Nueva Córdoba hay un lugar que los dulceros (y no tanto) no pueden obviar. Y es que las tabletas de Guillermina Marini no tienen nada que envidiarle a las que se consiguen en las mejores bombonerías.
Artesanales y con combinaciones únicas, las tabletas entran por los ojos ya que tienen un fuerte atractivo visual: al estar envueltas en papel transparente dejan ver las almendras, las galletas o los confites; de manera tal que parece que uno empieza a saborearlas antes de llevarlas a la boca.
El emprendimiento nació en la cocina del departamento de Guillermina, una joven oriunda de San Francisco que se instaló en Córdoba para estudiar psicología. En abril del año pasado (en la fase más restrictiva de la cuarentena), y próxima a recibirse, comenzó (a modo de prueba) derritiendo chocolate a baño María.
Ese fue el punto de partida de lo que hoy es un fenómeno. En un año cosechó 13.500 seguidores en Instagram (la vidriera de su negocio) y el boca en boca propició que las tabletas se hicieran conocidas.
La estrategia que aplicó Guillermina se basó en la promoción a través de las redes. “Les mandé a las chicas de Córdoba Gourmet para que suban en sus historias y a otros influencers; otra cosa que hice y nunca imaginé que iba a tener tanto impacto son los sorteos y juegos; al principio regalaba dos tabletas, después cosas más armadas; así la gente se prende mucho y las estadísticas suben”, explica la emprendedora.
El proyecto explotó y las tabletas llegaron a Sacanta, San Francisco, Oncativo, las Sierras Chicas, La Pampa, Santa Fe, Chaco y Buenos Aires; los pedidos mayoristas crecieron y la joven (y su pequeña cocina) no dieron abasto.
Ante la dimensión que había tomado el emprendimiento, Guillermina inició las averiguaciones sobre bromatología para conseguir las habilitaciones pertinentes y a su vez registrar la marca. Es por eso que se está trasladando a un espacio apto para dar continuidad al negocio (y soportar el crecimiento).
Además, recientemente su hermana Lara comenzó a gestionar en Instagram La Tabletería Nueva Córdoba desde donde se manejan los pedidos minoristas (ya sea de las tabletas que hay disponibles o bien por encargo con fecha de entrega en 15 días).
“Yo nunca podía tener stock porque no llegaba con el tiempo y eso era algo que no me terminaba de cerrar porque por ahí la gente me escribía un domingo, y tenía que esperar una o dos semanas para la entrega; eso lo resolvimos porque Lara tiene stock de las variedades que más salen y si le solicitan algo que no tiene, yo le tomo el pedido a ella como hago con otros clientes mayoristas y ella luego los entrega en el departamento, en Nueva Córdoba”, cuenta Guillermina.
Para todos los gustos
La Tabletería ofrece tres variedades de chocolate: con leche, blanco y semiamargo (vegano).
- Tabletas de 100 gr de 15 cm x 7 cm. Tienen diferentes precios según los ingredientes. Clásicas (sin relleno), con maní, pasas, aritos frutales o bolitas de cereal $ 220. Con galletas, confites o sal marina $ 270. Con frutos secos y rellenos (Nutella, Marroc, dulce de leche, etc.) $ 320.
- Tabletones de 150 gr de 16 cm x 9 cm con doble relleno, cuestan $ 400 cualquiera sea la combinación, por ejemplo: almendras y pasas, Nutella y avellanas, Kínder y avellanas, Marroc y pepitos, Chocolinas y dulce de leche, frutilla y Oreo.
- Los confitazos son chocolates redondos y vienen con frutos secos, galletas o confites. Se venden de 3 a $ 210.
La Tabletería propone promos con combos y maneja otra lista de precios para ventas mayoristas (el mínimo son 20 tabletas o tabletones, no se incluyen confitazos).
¿Cuál es el secreto?
“Lo que hago es mezclar distintas marcas o variedades para lograr un chocolate que no encontrás en otro lado. La magia también está en los otros ingredientes, que trato de cambiarlos después de comprarlos, por ejemplo, a las almendras las caramelizo”, dice la emprendedora, quien confiesa que la más vendida es la tableta de almendras.
La Tabletería produce 300 tabletas por semana aproximadamente, las cuales se encargan a través de WhatsApp o Instagram. “Los fines de semana se venden 50 en un par de horas; en Córdoba Capital se mueve muchísimo”, cierra Guillermina.
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