¿Es mala palabra hablar de “clientes” en educación?

Máximo Boero: “Los conceptos 'captar clientes, posicionarse, etc.', entiendo corren por cuenta de quien redactó la nota y no de las instituciones educativas. No creo que todos los colegios traten a los alumnos como mercadería, como se quiere mostrar, y si alguno lo hiciera, es responsabilidad de los padres evitar esto. Entiendo que uno como padre debe elegir la institución de acuerdo a la propuesta educativa y demás cuestiones que le interesen (cercanía, doble escolaridad, pública, privada, etc.), y si la institución elegida es privada, habrá que pagar lo que corresponda. Obviamente que la escuela privada no garantiza nivel educativo (hoy tampoco la pública), de ahí la importancia en la elección de 'la institución', de acuerdo a la que hayamos considerado tiene la mejor propuesta educativa para nuestros hijos, que es en definitiva lo que se pretende, lo demás (status, nivel, etc.), es puro esnobismo”.

¿Es tan malo el mercado que no nos gusta que hablemos de clientes en educación? Debate aquí.

Alfa Pampa: fabrica más de un millón de alfajores por mes y quiere seguir creciendo (facturación proyectada: $ 4.000 millones en 2026)

En un país donde el alfajor es mucho más que “un producto”, lograr diferenciarse parece una tarea titánica. Sin embargo, desde una planta bonaerense y sin grandes campañas de marketing, Alfa Pampa consiguió construir una marca con alcance nacional, presencia internacional y una premisa clara: competir en calidad sin entrar en la carrera del alfajor más barato.