Un dato significativo del estudio es el que indica que el 99% de los asistentes a congresos nacionales afirma que “quiere volver a Córdoba”, mientras que de manera similar se expresó el 96% de los extranjeros.
La presentación se realizó ayer en el Complejo Ferial con la participación del titular de la Agencia Córdoba Turismo, Gustavo Santos, y otros referentes del sector, como Pablo Sismanián, coordinador de Turismo de Reuniones del Inprotur (Instituto Nacional de Promoción Turística), Maria Graziani, vicepresidenta de AOCA, Andrea Juncos, presidenta del Córdoba Convention and Visitors Bureau y autoridades de la Universidad Blas Pascal.
Del encuentro también participaron representantes del sector turístico e instituciones dedicadas a la organización de eventos, así como de colegios profesionales y otras entidades vinculadas al turismo de Congresos y Convenciones.
Los expositores propusieron una segmentación del área en tres sectores: el mercado asociativo, el corporativo y el de los eventos especiales.
“Estamos muy satisfechos por la notable evolución de Córdoba en este rubro. Esto nos permite consolidar nuestra posición como destino del interior del país en cuanto al Turismo de Reuniones”, expresó Gustavo Santos.
En 2011, el turismo de reuniones dejó $ 1.055 millones en Córdoba (el 75% de los eventos se realizaron en la Capital)
El balance 2011 del producto Turismo de Reuniones dejó más que satisfechos a los referentes del sector, especialmente las autoridades de la Agencia Córdoba Turismo, quienes ayer presentaron el informe junto con el Plan de Acciones 2012.
De acuerdo con los resultados presentados por el Observatorio Turístico de la Universidad Blas Pascal, durante el año 2011 se realizaron 395 eventos (75% en la ciudad de Córdoba y el resto en el interior), 18,2% más que en 2010.
Cada participante gastó un promedio de $ 628 en el caso de los congresos nacionales, y $ 1.636 en los internacionales, lo que implica ingresos por más de $ 1.055 millones para la provincia.
¿El plan para 2012? Incrementar el número de plazas hoteleras de 4 y 5 estrellas, y trabajar sobre la disponibilidad de salas y salones adecuados y la infraestructura de servicios, para adaptarlos a los requerimientos de una demanda global cada vez más exigente.
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