Los niveles de felicidad en la población argentina alcanzaron cifras históricas, según consignó un relevamiento privado que mide los niveles de felicidad y burnout en el país. En tanto, la percepción de estrés laboral -o burnout- se mantuvo elevada durante el segundo semestre, aunque muestra señales de mejora si se compara con los datos del primer trimestre del año.
La sobrecarga de trabajo y la sensación de insatisfacción profesional generan lo que normalmente se conoce como burnout o agotamiento y cinismo laboral. En la Argentina, mientras uno de cada cuatro (23,5%) trabajadores no puede relajarse después de su labor, uno de cada tres (26,9%) se siente tan cansado después de su jornada laboral, que no puede realizar cualquier otra actividad
Estos datos se desprenden de un relevamiento que realizó el Observatorio de Tendencias de Insight 21, hub de conocimiento de la Universidad Siglo 21.
A pesar de que estos datos muestran una leve mejora respecto al primer trimestre, se dio un cambio clave este año: ahora, son los jóvenes de 18 a 29 años quienes presentan el mayor nivel de burnout (23,26%), justo por encima del de 50 a 59 años, históricamente más afectado por esta problemática.
A su vez, el estudio arrojó que el porcentaje de personas que indicaron sentirse tan exhaustas que les resulta imposible participar en otras actividades pasó del 32,2% en marzo al 26,9% en noviembre.
El burnout es un tipo de estrés relacionado con el trabajo, que se evidencia con un estado de cansancio físico o mental, aunque también implica la ausencia de motivación, la pérdida de identidad personal y una baja o nula autoeficacia. A su vez, un mayor nivel de estrés laboral duplica las posibilidades de contraer otras patologías o trastornos más complejos como la depresión, ansiedad y enfermedades cardiovasculares.
En tanto, respecto a las cifras sobre felicidad, el 54,5% de los argentinos se siente satisfecho con su vida. Se trata, según la entidad, de la cifra más alta de los últimos siete años.
A su vez, el 49,3% de los consultados respondió que logró las cosas importantes que quiere para su vida, mientras que el 42,1% está conforme con la mayoría de los aspectos de su vida. En promedio, estos valores son un 3,4% más altos en comparación al primer trimestre del año. El mayor incremento se dio en la conformidad con los diferentes aspectos de la vida, con un aumento del 5,5 por ciento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la felicidad y el bienestar emocional constituyen un factor crítico para el desarrollo de una comunidad. Si las personas no cuentan con cierto nivel de bienestar, no pueden afrontar el estrés cotidiano, asumir nuevos desafíos, trabajar de forma productiva y desarrollar su talento.
Más allá de su impacto en la calidad de vida, el hecho de abordar estos aspectos contribuye también a disminuir los costos asociados a la salud y el absentismo, al tiempo que mejora la productividad y el rendimiento de los empleados en sus trabajos.
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