La firma biométrica, al igual que la manuscrita, representa la voluntad de consentimiento de un individuo y tiene validez legal. Pero a diferencia de la analógica, permite identificar un fraude de suplantación de identidad en el momento.
Como bien sabemos, esta tecnología aprovecha la interacción táctil que ofrecen los dispositivos inteligentes para facilitar la firma de cualquier documento: tanto el sistema operativo Android como iOS de Apple, ofrecen los recursos necesarios para tomar firmas biométricas.
En la mayoría de los países, este documento firmado electrónicamente tiene una fuerza jurídica equivalente a la firma tradicional en papel y conlleva muchas otras ventajas: permite identificar un fraude de suplantación de identidad en el momento, hace más eficientes los recursos humanos y reduce el uso de papel, lo que colabora con el cuidado del medio ambiente a la vez que implica un ahorro de dinero en impresiones.
Los beneficios de esta tecnología pueden ser aprovechados por industrias de sectores tan diversos como empresas de seguros, de salud, financieras, legales, entre otras.
En algunos sectores es furor, y este fenómeno no tarda en asentarse en Argentina. Por ejemplo, en algunos bancos de Europa ya la están implementando exitosamente: Intesa Sanpaolo -donde el 96% de los clientes aceptó dar su firma por intermedio de un dispositivo electrónico-, la Banca Generali y la Banca Carige. Los bancos se benefician de la firma biométrica especialmente en lo que hace a prevención anti-fraude y autenticación de identidad, sin dejar de lado la reducción del tiempo de espera y de colas. Otros sectores, como el asegurador, no se quedan fuera de esta ola: empresas como Unipol Banca, ERGO y HDI ya trabajan también con esta tecnología.
A nivel local, Grupo Hasar, cuenta con la solución de firma biométrica asociada a la Tablet Olivetti. La misma, permite hacer más eficientes los procesos y se desarrolla en cuatro pasos: El servidor de firmas busca el PDF a firmar. Luego se disponibiliza en la tableta Olivetti para su visualización. Se recorre el PDF y se ubica el cuadrante para la firma. Al finalizar la firma, el PDF es devuelto a la carpeta destino.
La firma biométrica ya es implementada como caso de éxito por el Banco Patagonia, que comenzó con la implementación en 200 sucursales, y recientemente inician la apertura de cuentas de sus clientes mediante este desarrollo.
El software desarrollado por el Grupo Hasar interpreta varias características de la signatura: la presión, aceleración, velocidad, inflexiones y el ángulo.
“Probablemente no firmes las tres veces de la misma manera, pero tus datos biométricos son siempre los mismos”, explica Cristian Gallastegui, Ejecutivo de Cuentas de Hasar Sistemas. “Luego, cada vez que un cliente haga un trámite, se puede validar en tiempo real la identidad. Si la firma no es la que estaba empadronada, no le va a dejar avanzar”, completa Gallastegui.
Banco Patagonia destaca algunos de los beneficios de la implementación, como el ahorro de 9 millones de hojas de papel por año solo por la digitalización de la apertura de cuentas. “Sin dudas, se trata de una solución que marcará el futuro de las organizaciones que quieren ser más eficientes y seguras en sus procesos”, señala Alfredo Sanjurjo, Director General de Grupo Hasar.
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