“Venimos de un 2014 bastante deprimido, un año flaco, con una caída de la actividad del orden del 50%. Sin embargo, somos optimistas que con los proyectos en cartera podamos recuperarnos y alcanzar nuestro nivel histórico de producción, que está en el orden de los 20.000 m3 por año”.
Así resume el panorama actual de la fábrica Guillermo Assales, el gerente general de Astori Estructuras.
Proyectos de obra pública que estaban demorados y que pueden reactivarse en Córdoba, Buenos Aires y Rosario más otros de privados que podrían arrancar en el segundo trimestre para esperar “armaditos” el 2016 son las iniciativas a las que se refiere Assales. “Muchos están pensando en que el año que viene las perspectivas serán diferentes y en nuestro rubro eso significa una reactivación durante este año”, explica.
A su core business histórico (estructuras premoldeadas de hormigón, donde tienen el 55% del market share nacional), la firma le suma sus nuevas unidades de negocio: su pata desarrollista –a fin de año estima culminar el primer módulo de casonas que construye dentro de Manantiales– y la flamante línea de producción de durmientes de cemento. “Invertimos US$ 6 millones en una nueva planta en Córdoba que nos permitirá producir 20.000 unidades por mes”, dijo. Esa planta facturará $ 14 millones al mes.
La pata uruguaya
Esperando el recambio de gobierno en Uruguay, que será en marzo, desde la empresa estiman que se reactivarán grandes proyectos que le permitirán crecer un 5% este año.
“Creemos que se podría poner en marcha la construcción del Estadio de Peñarol, la Cárcel de Montevideo y algunos puentes”, señala.
Astori pretende crecer 50% este año (durmientes y novedades en Argentina y Uruguay)
La empresa espera recuperar su ritmo normal por reactivación de la obra pública y algunas privadas. Se mete al negocio ferroviario y “orejea” nuevos desarrollos inmobiliarios. En el país vecino, construiría el Estadio de Peñarol y la Cárcel de Montevideo.
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